Residentes de Mata Redonda asediados por las aguas

Para los habitantes de la urbanización Mata Redonda ubicada al Sur de Maracay, municipio Girardot, la llegada de la temporada de lluvias o una onda tropical a las cercanías del país, se ha convertido en todo un dolor de cabeza, ya que el alto nivel del Lago Los Tacarigua trae como consecuencia inundaciones constantes.

Redonda
Carlos Ortiz debió inventar una especie de balsa para movilizarse en la zona

Y es que debido a las fuertes precipitaciones que se registraron la noche del martes hasta aproximadamente el jueves en la tarde, ocasionaron que los niveles del agua en las calles aumentaran, trayendo como consecuencia que una gran cantidad de casas quedaran inundadas.

Ante esto, los vecinos tuvieron que ingeniárselas para no perder los pocos electromédicos y enseres que les quedan, ya que dentro de las viviendas el agua ya tiene más de un metro de altura, y a esto se le suma, que muchos no pueden salir de sus hogares por lo que temen que la situación no mejore.

Asimismo, los vecinos señalaron que en la localidad habitan una gran cantidad de personas de la tercera edad, a quienes viven angustiados ante el peligro de la inundación y además el riesgo de contaminarse o contraer una enfermedad a consecuencia de la misma.

DOS DÍAS INUNDADOS

Mata Redonda fue una de las zonas que más se vio afectada a causa de las lluvias, ya que los habitantes de la misma quedaron prácticamente presos en sus hogares, ya que el agua no les permite ni salir, ni entrar de sus hogares.

En este sentido, Zuleiy Márquez manifestó que los más afectados son las personas que habitan desde la Manzana 3, quienes intentaron resguardar sus enseres, pero a pesar de los esfuerzos muchas cosas materiales se perdieron.

“Tenemos tres días anegados, casi toda la urbanización está inundada y según lo que nos informaron sólo está trabajando una bomba, la cual la prenden a las 10:00 de la mañana y ya a las 6:00 de la tarde la están apagando, por eso es que los niveles del agua no han disminuido”.

Asimismo, señaló que la angustia no los deja vivir, ya que temen a que una tragedia empeore la situación, “no podemos vivir con más de un metro de agua en nuestros hogares, esta situación se ha vuelto insostenible, estamos en una alerta epidemiológica y nosotros seguimos a merced de Dios”.

De igual forma, Alis Dávila manifestó que sumado al agua que tienen en la calle y dentro de las viviendas, tampoco pueden hacer uso de los baños, “cada vez que bajamos la poceta el agua se regresa, es una situación insoportable y además deprimente, todo está colapsado”.

Destacó además que el agua no ha bajado ni un poquito, lo que hace que la situación sea más desesperante, “nadie nos da una respuesta, los responsables de esta situación tan agobiante, queremos que nos den respuesta del por qué esta vez las bombas no han sacado toda el agua y mientras tanto nos toca vivir en esta situación tan infrahumana”.

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Dávila resaltó que es propietaria desde el año 1982 y hasta los momentos no ha recibido ninguna solución a su problema, “en la Sexta transversal sólo han tumbado y pagado cuatro casas, los demás seguimos aquí sin ningún tipo de respuesta, es una zona de alto riesgo, nosotros no somos invasores, al contrario con mucho esfuerzo pagamos nuestras casas, como para ahora perderlas de esta forma”.

Por su parte, Reina de Figueroa informó que el 85% de la urbanización se encuentra inundada y el 60% de los que habitan en la misma son personas de la tercera edad, lo que ocasiona que sea más difícil el panorama.

“Después que tanto trabajamos, tenemos que pasar nuestros últimos días en esta situación tan deplorable, ya no sabemos a dónde ir, nadie nos da una respuesta ni una solución, ya Mata Redonda está olvidada para las autoridades y el pueblo es el que está acá pasando trabajando y luchando solo”.

Mencionó que salir de las casas se ha vuelto un dolor de cabeza, “el agua nos llega por encima de las rodillas, entonces imagínense lo complicado que es salir a realizar nuestros deberes en esta condición, comprar alimentos para medio vivir, cada vez se nos dificultad más”.

La señora Figueroa resaltó que a todo esto se le suma los animales que ahora han hecho de la urbanización su hábitat, “hay babas y culebras, además de las ratas y ratones, ya nos da hasta miedo salir porque es difícil, tememos que algo nos pase y enfermarnos es peor, ya que si nos pasa algo no hay posibilidad de que nos saquen al médico, las condiciones en las que vivimos no lo permiten”.

Asimismo, Francia Zerpa detalló que los vecinos de la Manzana 10 están prácticamente aislados, “viven encerrados, sin poder salir de sus hogares, es difícil, parece que para las autoridades no existe Mata Redonda, estamos en el olvido y nadie nos ayuda con este grave problema”.

Zerpa manifestó que aunque los han tildados de invasores, la mayoría de los que están en esta grave situación son propietarios, “no tenemos a dónde ir, además es nuestra casa la que con tanto esfuerzo logramos construir y sacar adelante, es injusto que ahora la veamos así, pérdida total en el agua, que para salir tengamos que hacerlo nadando, ahora todo se ha convertido en un desafío para nosotros y lo peor de todo es que nadie hace nada”.

Indicó que ya en algunas viviendas el agua supera el metro de altura, “ningún ente gubernamental hace algo al respecto, nadie nos ayuda, estamos totalmente olvidados, queremos que nos paguen nuestras viviendas y que se cumpla la sentencia por la que tantos luchamos y ahora parece que a nadie le importa y no la respetan, pero lo peor de todo es que no la cumplen”.

VIVIENDO ENTRE LAS AGUAS

Aunque algunas familias son afortunadas, ya que todavía no les ha llegado el agua a sus viviendas, para otros la realidad es muy distinta, y es que deben convivir con el peligro que representa dormir entre las aguas del Lago de Valencia.

Para María Losada, su vida se ha convertido en un dolor de cabeza y es que junto a sus 5 cinco hijos les ha tocado vivir el peor momento de sus vidas, “tengo un niño discapacitado y debo vivir en estas condiciones, yo entiendo que yo no sea propietaria, pero igual vivo en esta zona y tengo mis corotos allí, que por cierto también he perdido”.

Losada mencionó que no tiene otro sitio para donde irse, “estoy aquí por necesidad, no es que yo quiera vivir en estas condiciones, es que no tengo otra casa, y ante esto me vi en la obligación de llevar a mis hijos a otra casa, temo por una enfermedad, me da miedo que agarren una infección y no tenga dinero para costear los medicamentos”.

Denunció además que muchos niños de la zona han presentado vómito y otras enfermedades, “la misma contaminación ha ocasionado que se enfermen, tememos de que ocurra algo peor, es la salud de nosotros y de nuestros pequeños la que está en juego”.

Domingo Nieves recalcó que con el pasar de los días la situación es más grave, “las personas que están acá son propietarios que se esforzaron mucho por tener una vivienda digna y miren cómo estamos viviendo, no nos han reubicado y nadie nos ha atendido, necesitamos que se compadezcan un poco de nosotros”.

De igual forma, Nieves indicó que durante estos días que han estado inundados, sólo han recibido la visita de los camiones cisternas, “llegan hasta la principal y el que pueda sale y busca el agua, el servicio de luz es deficiente, pero con la cantidad de agua es hasta mejor que no tengamos energía, ya que así es más el peligro”.

Por su parte, Carlos Ortiz mencionó que hasta los animales se encuentran atravesando por la compleja situación, “en vista de que las cosas están completamente inundadas, las mascotas las han tenido que mandar a las platabandas, allí pasan noche y día, es complejo ya que ellos también son seres vivos que están pasando necesidades”.

Resaltó que con el pasar de los días la situación es más compleja y nadie los ayuda, “estamos olvidados, dicen que nosotros estamos aquí por sinvergüenzas, pero no es así, es la necesidad la que nos obliga a seguir aguantando humillaciones”.

Finalmente, Ortiz hizo un llamado a las autoridades competentes para que los ayuden, “es muy difícil vivir en esta situación y lamentablemente solos no podemos solucionar el problema, requerimos que nos escuchen y sobre todo que vengan y nos den una ayuda, ya que cada día es más complejo”.

MÓNICA GOITIA | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO