Las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar se suman desde este viernes a los más de 50 municipios de Chile que ya se encuentran en cuarentena total, lo que abarca más de la mitad de la población del país, señaló Prensa Latina.
Para políticos, académicos y personal médico la decisión tomada por el gobierno el miércoles último son necesarias pero evidencian nuevamente la aplicación tardía de medidas para contener la pandemia del Covid-19.
Desde Valparaíso, la tercera urbe más grande del país, el alcalde Jorge Sharp, quien desde hace varias semanas venía pidiendo la cuarentena para la región, lo importante ahora es realizar una “cuarentena digna que les permita a los vecinos sobrellevar de la mejor manera posible estos difíciles días que vienen”.
Sharp reveló que conversó telefónicamente con el presidente Sebastián Piñera, a quien pidió apoyo del gobierno, porque en la ciudad existen 90.000 familias inscritas en el registro social de hogares (que incluye a los más vulnerables), y se debe garantizar la alimentación no al mayor número de ellos sino a todos.
Ello resulta una condición básica para que las personas puedan mantener el aislamiento en sus casas, y no como está ocurriendo en la capital del país, donde decenas de miles de personas salen cada día a trabajar, a riesgo de contraer la enfermedad, obligadas por la necesidad de subsistir.
Para el diputado Marcelo Díaz, la medida resulta necesaria y largamente esperada por los más amplios sectores en el territorio, pero a la vez llamó al gobierno a “reflexionar y entender que se necesita apoyar el ingreso de las familias para que las cuarentenas puedan ser cumplidas efectivamente por la comunidad”.
En términos semejantes, Jorge Brito, diputado del opositor Revolución Democrática expresó que con la cuarentena “se hizo lo que los expertos pedían hace dos meses”, al tiempo que advirtió que el ingreso familiar de emergencia no rendirá para que las familias se queden en su casa y subrayó que el gobierno tiene que entender que hay que aumentar esos montos.
Asimismo, este viernes entrarán en cuarentena otras cinco municipalidades de la Región Metropolitana, lo que a juicio de muchos demuestra que en la denominada “batalla de Santiago” la victoria está muy lejos, pues la capital sigue con los niveles más altos de nuevos contagios y fallecidos y la enfermedad se expande hacia las comunas periféricas.
En medio de este panorama no cesan los cuestionamientos a la gestión del ministro de Salud, Jaime Mañalich, y hace apenas dos días varios partidos de izquierda reclamaron una vez más su renuncia.
En una declaración conjunta señalaron que frente a una de las crisis sociales y sanitarias más graves de la historia de Chile, el gobierno y el Ministerio de Salud no han desarrollado una verdadera estrategia de Estado, sino sólo medidas parciales, tardías, contradictorias e inconexas que incluso han erosionado la confianza ciudadana en las instituciones.
AVN
