En Táchira solo un médico anatomopatólogo para atender autopsias forenses

Los bajos sueldos, la diáspora y la situacion país, que de manera tan ostensible han cambiado la vida de los venezolanos, son causas fundamentales en la crisis que se está viviendo en la Unidad de Anatomía Patológica del Hospital Central de San Cristóbal.

Asimismo, se evidencia a diario la falta de personal  especializado , pues solo se cuenta con los servicios de un médico, que se encarga de practicar las autopsias forenses y asumir las clínicas, ante la ausencia de la persona encargada de las mismas, que ha salido de vacaciones.

El Dr. José Bonilla es el único medico anatomopatólogo que labora en el área de morgue del referido centro asistencial, con una inmensa responsabilidad sobre sus hombros, adicional a la que normalmente le corresponde desempeñar como jefe del departamento. Su equipo prácticamente desapareció porque sus compañeros se han marchado, muchos de ellos motivado a los bajos salarios y otros por la situacion país, según lo reconoce.

Sobrecarga de trabajo

Aun cuando no es hombre de muchas palabras, el forense aceptó conversar con los periodistas, cuando el jefe del Servicio de Medicina y Ciencias Forenses en la región andina, comisario Édgar Orney Zambrano Rivas, consideró que era necesario explicar a la ciudadanía la situación que se está viviendo en el anfiteatro anatómico de nuestro primer centro asistencial.

Bonilla dice que para él se acabaron las vacaciones y días feriados, porque debe responder a la ciudadanía y no puede dejar esperando, en su dolor y sufrimiento, a una persona que recién ha perdido un ser querido y solo desea que le sea devuelto el cuerpo para darle cristiana sepultura. “Debo entender a esa persona en su dolor y ayudarla, porque es nuestra responsabilidad” -dice-, pero a veces eso resulta difícil de hacer. Recuerda que hace aproximadamente 15 días, cuando llegó a su lugar de trabajo, se encontró con los cadáveres de nueve personas, víctimas de hechos violentos, y eso los colocaba en el campo forense. Seis de los cadáveres correspondían a un enfrentamiento entre presuntos paramilitares y el Ejército; un suicido por ahorcamiento, dos por accidente de tránsito y uno por homicidio. Además existían, al menos, dos casos clínicos que también debían ser atendidos, porque sus familiares estaban esperando.

Se explica el problema a las personas

Bonilla dice que en el momento que se presentó la crisis por falta de personal en la morgue se encontraba disfrutando de tres de sus vacaciones vencidas y se vio obligado a suspenderlas para atender las necesidades del servicio. Debe trabajar de lunes a sábado, y logró un acuerdo con sus superiores para laborar ese último día hasta la una de la tarde. Descansa el domingo.

Comenta que se intenta explicar esta situación a las personas, pero algunas no lo entienden. Realmente eso es difícil de asimilar por quien está pasando por el dolor que deja la pérdida de un ser querido y que está a las puertas de la morgue en espera que le entreguen el cuerpo.

Además de las autopsias en la morgue, el forense debe asistir al cementerio Municipal de San Cristóbal, para trabajar con los cadáveres que eventualmente son llevados por la policía.

Finalmente la escasez de patólogos se viene presentando desde hace tiempo y por ese motivo se han presentado casos en que un estado debe enviar sus cadáveres a una entidad vecina, para autopsias y otras diligencias de tipo forense.

De hecho, el Táchira debió hacerse cargo por mucho tiempo de los casos del Alto Apure, porque no era posible encontrar y contratar un especialista para Guasdualito