A golpes asesinaron a trabajador por disputa de un gallo de pelea

Unos cuatro vecinos están implicados en el homicidio de Alonso Tiberio Guanda Vergara, de 48 años de edad, por haber reclamado que no mataran un gallo, mascota de uno de sus hijos de 11 años de edad, y el ave estaba prevista para ser preparado para la cena de Navidad. El suceso se registró en horas de la madrugada del pasado domingo en la residencia de la víctima, ubicada en un callejón cerca del colegio Vicente Emilio Sojo, sector de Los Cangilones de la parroquia La Vega, municipio Libertador, al sur del Distrito Capital.

Familiares de la víctima revelaron en la medicatura forense de Bello Monte, que Alonso Tiberio era un hombre que acostumbraba a madrugar aunque estuviese libre en sus actividades laborales, como ayudante de cocina en un comedor comunitario de la parroquia donde llevaba dos años trabajando.

Guanda Vergara, en sus ratos libres se dedicaba a la reparación de calzados de algunos vecinos. Aprovechó la madrugada para reparar algunos zapatos. A eso de las 4:00 de la madrugada, escuchó el toque de la puerta y al abrir se consiguió con algunos vecinos, que tenían bebidas alcohólicas y venían “entonados”.

El hombre los invitó a ingresar a la vivienda y comenzaron a ingerir bebidas. El dueño de la casa les ofreció prepararle una comida. Los recién llegados se percataron de la presencia de un gallo y le exigieron a Alonso que lo matara para preparar la comida.

El hombre se negó y explicó que el ave era de su hijo de 11 años y que con el consentimiento del menor de edad, estaba dispuesto para preparar la cena de Navidad.

Uno de los presentes, identificado por testigos como Rafael Blanco, de 48 años, fue el que más insistió en matar el gallo y discutió con Guanda, hasta que intervino otro de los vecinos, identificado como Leonerdis Laberti, de 23 años de edad, quien se puso violento de manera verbal y luego decidió caerle a puñetazos al propietario de la vivienda. Uno de los golpes, hizo que el agredido perdiera el equilibrio y le pegara la cabeza a un muro y luego cayó al piso.

Una vez en el suelo, el agresor le cayó a patadas al hombre. Nadie de los presente evitó apartar al agresor, hasta que la mamá de Leonerdis le gritó: “Déjalo que ese está listo”, según se conoció en fuentes policiales.

Los agresores y otros presentes decidieron dejar al hombre tirado en el piso y se llevaron el gallo. A eso de las 8:00 de la mañana llegó a la casa, el hijo de Guanda, el muchacho de 11 años, que solía quedarse en la casa de su abuela, en el mismo sector.

Al ver a su padre todo ensangrentado, tirado en el piso y maltrecho, el niño corrió a la casa de su abuela y le relató lo que había visto. Al hombre lo trasladaron al Hospital José María Vargas, donde los médicos lo atendieron, pero le indicaron a la familia que estaba en mal estado y no tenían mucha esperanza de que se salvara. El hombre falleció a eso de las 11:00 de la mañana del pasado lunes.

Una hermana de la víctima recibió una llamada telefónica de una hermana del agresor, Leonerdis, y le indicó que prepararon una sopa con el gallo, y que le avisaran cuando se despertara Guanda para llevarle su plato de sopa de gallo.

Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Subdelegación Caricuao, apresó a Leonerdis Laberti y esperaban detener a los otros testigos del suceso para tomarles declaración y precisar su intervención en el hecho.

EFRÉN PÉREZ HERNÁNDEZ | elsiglo-Caracas