Subiendo en busca del cielo con el peregrinaje villacurano

Si algo ha caracterizado incluso desde su fundación a La Villa, y propiamente al villacurano, es su fe; esa fe católica, cristiana y mariana, perpetuada en las manifestaciones propias de la idiosincrasia de este hermoso pueblo, que en sus añejas casas alberga corazones llenos de devoción y el recuerdo de las abuelas con un rosario al pie de una repisa rezando por sus descendientes a la Lourdes, al Cristo del Santo Sepulcro y mismísimo San Luis Rey de Francia.

El Santo Sepulcro

Y es que la fe es un camino del diario transitar donde los peregrinos no descansan, sino que se fortalecen, convencidos de que la vida terrenal es pasajera, pues es tan sólo un breve tránsito, en el que los hijos del Dios altísimo se preparan en conocer a su hijo Jesús, para seguir su ejemplo de amor, entrega y devoción.

EL CALVARIO VILLACURANO

Un arco seguido de muchos escalones le da la bienvenida a lugareños y visitantes, a uno de los sitios más emblemáticos de la Villa, El Calvario.

El mismo es un lugar cuya historia se remonta a un pasado de referencia para la capital zamorana, pues sus cronistas populares cuentan en primer lugar, que este era un sitio para el pastoreo de ganado y también un mirador para las tropas de la Guerra Federal.

Se trata de un espacio abierto, en una especie de colina al Sur de la Villa, al cual se llega por las calles Rivas Castillo, Rafael Bolívar Coronado (Guárico) -hacia el casco central- y la calle denominada como El Calvario hacia el sector Pueblo Nuevo y La Represa; entre otros.

Su estructura arquitectónica consta de unas escalinatas (más de 70 peldaños), ladeados por una estructura con una serie de niveles que sirven como jardines y espacios para el esparcimiento.

Del mismo modo que en ese lugar se encuentra un arco (en la entrada por la calle Rafael Bolívar Coronado), y un pequeño anfiteatro, y las ruinas de lo que antes era una capilla católica. Se trata por tanto de un sitio ideal para la realización de eventos sociales, religiosos, culturales, entre otros de índole positiva, que ofrezcan posibilidades a los zamoranos para la recreación y el esparcimiento.

ARCO DE LOS PEREGRINOS

Las peregrinaciones a la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, las cuales se realizan entre enero y febrero y la Semana Santa, con su Viernes Santo y el Santo Sepulcro (entre marzo y abril), representan las mayores manifestaciones religiosas cristianas-marianas.

En este sentido, Carmen junto a su hermana María Angélica ambas de apellido Aponte, son las portadoras del testimonio que realza el valor insigne del cual cuenta El Calvario, como lugar sagrado para su pueblo.

Carmen Aponte

Carmen Aponte dijo, “las peregrinaciones al Santuario de la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, que se realizan entre finales del mes de enero y principios de febrero son una tradición religiosa-mariana la cual fue fundada en el año 1940 por el siempre recordado Padre Jiménez, sacerdote de la parroquia San Luis Rey, en unión con la religiosa hermana Madre Henriqueta de Lourdes, a quienes se les une la señorita Sofía Rodríguez, entre otras personas no menos importantes, con el fin de catequizar a los moradores más alejados del casco central de Villa de Cura”.

Sigue narrando la señora Carmen que motivado por los actos religiosos, los esposos Don Antonio Martínez y Doña Brígida Olivo de Martínez, tuvieron la idea de colocar un arco al pie del calvario para darle mayor vistosidad y que quizás se hiciera con mayor fe, el recibimiento de la peregrinación que viene del sur, estos señores durante el resto de su vida se hicieron cargo del mantenimiento del arco y una vez ya fallecidos, el compromiso pasó a mano de Don Rafael Martínez y Doña Juana Rafaela de Martínez en compañía de Don Lucas Martínez, todos ya igualmente difuntos.

“Yo era muy pequeña y como toda muchacha, por curiosidad cada vez que preparaban el arco, me asomaba, pero Don Rafael era muy gruñón y me regañaba y me corría, mientras que Don Lucas quien era más amigable, se reía porque al instante de haberme ido, yo volvía nuevamente, y de esta manera fue que aprendí hacer los arreglos”.

Pasado el tiempo mueren estos últimos Don Rafael y Don Lucas, pero la tradición y devoción sembrada en los corazoncitos de aquellas pequeñas Carmen y María Angélica y otros tantos más, hicieron que en épocas más recientes tomaran responsabilidad del acto religioso la señora Hilda Salvatierra, la propia Carmen Aponte desde el año 1956 y su hermana que desde tiempos muchos más recientes siguen cultivando tal legado.

“Han transcurrido 61 años durante los cuales, cada peregrinación Hilda y yo junto a los vecinos de la comunidad elaboramos con mucha devoción y fe, todo lo necesario para arreglar el arco, El Calvario y las calles adyacentes al lugar”.

REALIDAD ACTUAL DEL PATRIMONIO

Es lamentable detener el corrido alegre de la narrativa llena de historia, anécdotas y recuerdos, para hacer como es habitual, la obligada y requerida denuncia sobre el olvido y descuido de nuestro patrimonio.

Pues también debe decirse que en la actualidad El Calvario es un espacio casi abandonado, por no decir en desidia total. Ya que allí, sólo se realiza como única actividad el descenso de los Peregrinos del Sur, en la época que ya mencionamos y una que otra vez, se han realizado eventos culturales o de cualquier otra naturaleza social; pero por lo general se mantiene baldío el mismo.

Olivia Sarmientos, quien lleva alrededor de cuarenta años viviendo cerca de El Calvario, expresó su pesar por el gradual deterioro en que se encuentra el icono religioso de la Villa.

Olivia Sarmientos

“Muchos gobiernos han pasado pero fue el gobierno de Alberto Royel, el que modificó El Calvario, pues iban a montar un sitio turístico y de acuerdo a eso se hicieron esas construcciones con las que cuentan ahora”.

“Pero una realidad actual es que se ha venido deteriorando, una opinión muy personal es que en el lugar se debería poner una casilla policial, pues la falta de vigilancia ha hecho que el lugar se preste para todo tipo de cosas malas y como guarida para la delincuencia”.

“Algo triste que ocurre es que en las épocas festivas, donde vienen muchos turistas al pueblo, las personas que suben para allá salen robados, pues la delincuencia allí es alta”.

No obstante, al hacer un recorrido por el área, se observan cosas como en los espacios del anfiteatro, los baños y camerinos fueron totalmente desmantelados, los mismos ahora albergan basura y el excremento de indigentes que han hecho del lugar su hogar.

Por otro lado, hacia otra de las partes se ven unos ranchos construidos, los cuales los vecinos aseguran que se trata de invasiones.

Miriam González es visitante de la zona, pues viene de otro sector de La Villa, y nos dijo, “esto por aquí a partir de las 5:00 de la tarde es muy peligroso, pues la delincuencia ha tomado el lugar y bueno a El Calvario nadie se atreve a subir solo, pues el lugar en las condiciones que está se presta para muchas cosas malas”.

Miriam González

“Es una lástima, pues un lugar como ese sería de mucho beneficio para el pueblo, pues atraería el turismo y generaría muchas fuentes de empleo, pero todo depende de las autoridades a que se aboquen a recuperarlo”.

Es importante decir que del colectivo villacurano se desprende de la opinión de que la mayoría de los Alcaldes que han gerenciado el municipio Zamora, han contribuido con el mantenimiento de las instalaciones de El Calvario y unos más que otros; sin embargo, muchos opinan que desde esa instancia gubernamental se ha podido hacer mucho más, no sólo por mantener en buen estado la infraestructura, sino para convertir al lugar en un espacio público para la recreación y el sano esparcimiento, con gestiones para su mantenimiento y acondicionamiento constante.

Así como para la realización de eventos religiosos diversos, aunque allí se realiza la misa el Domingo de Ramos en la Semana Santa, eventos culturales que también se han hecho, tales como festivales de música y canto, deportivos y recreativos, las personas también utilizan las escaleras para hacer ejercicio, al subir y bajar caminando o trotando; claro está que para ello se debe contar con la presencia de los cuerpos policiales, dado lo intrincado de la delincuencia.

EL SANTO SEPULCRO

Cada Viernes Santo, la ancestral imagen de Jesucristo en el sepulcro, es cargada en los hombros de más de ochenta devotos, quienes caminan las calles de Villa de Cura, acompañados de una multitud que le siguen en la segunda manifestación religiosa más importante de Venezuela, después de la procesión de La Divina Pastora.

“Villa de Cura, Uno, dos, tres. ¡Arriba!”, es la voz que se escucha para levantar al unísono el sepulcro y los cargadores luego prestan atención a otras indicaciones para enderezar la imagen, la cual es custodiada mientras se entona el Himno Nacional de Venezuela.

Una banda musical corteja la imagen del Santo Sepulcro hasta la iglesia Matriz San Luis Rey en Villa de Cura, con una marcha sacra acompañada por el son de la matraca.

De esta manera se da inicio a la peregrinación del Santo Sepulcro, que históricamente se realizó por primera vez en 1883, cuando un grupo de jóvenes pidió sacar al santo de los corredores de la casa de la familia Don Manuel de Los Ríos, en donde, se dice, también vivió José Tomás Boves.

No obstante, la tradicional procesión comienza alrededor de las 8:00 a. m. y son las sociedades religiosas de Villa de Cura que desde principio de año hacen los preparativos y el recorrido inicia desde la Casa del Santo, para culminar en horas de la tarde en la iglesia San Luis Rey, ubicada frente a la plaza Bolívar.

OTRA HISTORIA VÁLIDA

Según recopilaciones hechas por el cronista y escritor Héctor Cabrera Bande y la cual expone en su libro “Recordar es Vivir” nos dice que:

“La data y llegada de la imagen a la Villa de San Luis de Cura varía tanto como los libros, revistas, folletos y cualquier material impreso que recoja entre sus páginas la historia sobre ella. Hay quienes la sitúan entrado el siglo XVI y cuentan su estadía en el pueblo desde que ocurrió un naufragio a un galeón español que la transportaba, cercano a la bahía de Ocumare de la Costa con rumbo hacia el Perú donde sería venerada”.

“Enterado de que la imagen había quedado a merced del oleaje, el capitán Antonio de Bolívar y Rojas, Justicia Mayor de los Valles de Aragua, logró que los indios la trasladaran hasta el Ingenio de Bolívar en San Mateo, pero por destino de la Divina Providencia, equivocaron el camino y pararon en la ciudad de Don Juan de Bolívar y Villegas. Algunos sostienen que la imagen data del siglo XVII, una vez encargada por el fundador de La Villa. Otros estiman que fue en el siglo XVIII, año 1785, cuando llegó la imagen a la Villa de San Luis de Cura y que su origen no es español sino venezolano, trabajada en los valles de Aragua por el artesano español Domingo Gutiérrez”.

Sea cual fuere su origen y su cronología, lo que nos queda claro es que el Cristo del Santo Sepulcro, es tan villacurano como su gente y el mismo es motivo fundamental de su amor y fe.

IGLESIA MATRIZ

Dedicada a San Luis Rey de Francia, esta capilla de Villa de Cura ofrece hoy una apariencia muy distinta a la que fue sucesivamente mostrando desde los tiempos de su fundación.

Iglesia Matriz San Luis Rey de Francia

Del siglo XIX datan las torres que fueron construidas por orden del entonces presidente provincial, el cronista Francisco Tosta García y fueron inauguradas con la nueva fachada neoclásica que se estilaba para la época, el 29 de abril de 1885.

Por el año de 1894 le construyeron la torre en la que alojaron el reloj proveniente de otro templo caraqueño. En una cripta del templo está enterrado el corneta del Libertador Capitán Juan de Dios Agraz. La Iglesia fue decretada monumento histórico nacional en 1960.

GRUTA DE LA VIRGEN DE LOURDES

Y para terminar justo al lado de la Iglesia Matriz está la gruta la cual es también un lugar de Peregrinación, que nos recuerda las apariciones de la Virgen María en la población de Lourdes en Francia en 1858.

Esta advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes es para el villacurano de alta estima, pues muchos hasta la consideran patrona del pueblo junto a San Luis Rey.

Este espacio en Villa de Cura está ubicado a un costado de la Iglesia Matriz San Luis Rey, allí se congregan varios centenares de personas de diversos lugares del país cada año entre finales de enero y principios del mes de febrero en las tradicionales Peregrinaciones a la Virgen de Lourdes.

La Iglesia Católica ha considerado a la Virgen de Lourdes como Patrona de los Enfermos.

JOSÉ LUIS BLANCO | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA