Definitivamente el salir de vacaciones implica una serie de gastos, boletos aéreos o casetas, hospedaje, alimentos, diversión, entradas a atracciones. La cifra aumenta y no todos están dispuestos a pagar por todo, o al menos así es como pensó la mujer que intentó robar el colchón de una habitación de hotel en Reino Unido.
Y no cualquier colchón sino uno de tamaño matrimonial, el cual intentó, después de la estadía en el recinto turístico, arrastrar por el pasillo de 10 metros para llegar a los elevadores y fallar en el intento de introducirlo en estos, a pesar de haberse podido escabullir de una camarista que hacía su trabajo en el mismo piso al momento del acto ilícito.
De esta manera, la firma hotelera inglesa Premier Inn contrató investigadores privados para evitar que los huéspedes roben las camas de las habitaciones, pues aparentemente, el caso de esta mujer no es el primer que se da.
Es que desde que en 2013, la cadena hotelera sustituyó su mobiliario con colchones nuevos, suaves y súper ergonómicos, han recibido más de 500 comentarios de sus huéspedes deseosos de no sólo pasar su estadía en estos, sino de llevarlos a casa.
Literalmente, muchos huéspedes afirmaron que amaban tanto las camas que deseaban extraerlos. Pues parece que no se trataba de sólo un decir, sino que de hecho lo intentarían.
«Decidimos contratar investigadores privados como medida de precaución para asegurarnos de que no sea tan fácil robar una cama como una botella de shampoo», comenta el personal encargado de la cadena hotelera.
Después de hacer sus investigaciones privadas a lo largo de sus diez hoteles en Reino Unido, el Premier Inn intentó garantizar que los colchones estuvieran bien fijos a las bases de las camas para que nadie pueda llevárselas, además de instalar un sistema de cámaras de seguridad y capacitación para los recepcionistas en los lobbies.
