Las personas que sufren de la tensión baja o alta (específicamente los adultos mayores), día a día buscan distintas formas para que su cuerpo se sienta bien, sin necesidad de gastar todo lo que tenga en su bolsillo.
Una de estas soluciones es traer los medicamentos para la tensión desde otros países y, de no tener esta alternativa, preparan agua hervida con plantas medicinales que ayudan a estabilizar la presión sanguínea.
Acerca del tema, Margarita Mendoza, paciente hipertensa, declaró a elsiglo: «Yo tengo aquí mi blister de captopril pero no es todo el tiempo, desde hace mucho tiempo tomo plantas medicinales como agua de hoja de guayaba o de guanábana para que me baje la tensión cuando tengo mis crisis, eso de comprar pastillas todo el tiempo me resulta imposible de hacer».
Continuando con el tema, Estela Montilla, acotó a su propio criterio que, su «familia no sabe todo lo que yo he hecho para siempre tener a la mano mis pastillas necesarias, desde
gastarme toda la pensión para comprar un sólo blister, hasta perseguir los operativos que supuestamente pasan por mi comunidad, cosa que no hacen y dejan a la población ‘vestidos y alborotados’, todos los meses me tengo que bajar de la mula, así de sencillo».
«El medicamento que desde que comencé con las crisis de tensión es el anapril, además me cuesta conseguirlo, es extremadamente costoso y muchas veces el banco no me da el efectivo suficiente para adquirirlo, en verdad es una crisis extrema», agregó Estela Montilla.
En este mismo orden de ideas, José Castillo, adulto mayor, que dejó los medicamentos para tomar «medicina natural declaró que: «tengo más de 5 años que no he vuelto a tomar pastillas, aunque sufra de obstrucciones constantes en las arterias de mi corazón, pero nunca he regresado a tomar remedio para eso, y bueno aquí sigo bien y firmemente parado».
«Lo que dan para la pensión es para ‘medio comer’ y sobrevivir porque ni pensar en comprar medicamentos o algo que se salga de lo ordinario para nosotros. Es imposible colocar en nuestra lista de compras «medicina para la tensión».
Para culminar, el precio de los distintos medicamentos que son específicamente para la tensión no bajan de 20.000 Bs. y los más caros podrían valer alrededor de 60.000 u 80.000 Bs., llevando a los abuelos y a las abuelas a una conclusión en definitiva, «o llevo comida a mi casa o dejo de comer para comprar mis medicamentos».
MARIA F. GARCIA (pasante) | elsiglo
Foto | JOEL ZAPATA
