Dueños y conductores de camiones cisterna del municipio José Félix Ribas, manifestaron su pesar con respecto a las bajas en las peticiones de sus servicios al finalizar el primer semestre del año, lo que ha significado pérdidas en muchos de los casos.
Indicaron que el declive en la comercialización de la carga y transporte del agua, en comparación al inicio de año, según su percepción se debe a los elevados costos que mantienen y aunque no lo parezca a la llegada de la temporada de lluvia, la cual ha hecho que los ciudadanos con potes en manos recolecten el agua y solucionen por lo menos algunos quehaceres.
«Es poco lo que hemos logrado laborar estas últimas semanas.
Con estos chubascos, ya la gente tomó como alternativa recoger el agua de lluvia, ya que le sale mejor que comprarle a los camiones, pues este ahorro incrementa la compra de comida, que es lo esencial ahorita», comentó José Martínez, dueño de uno de estos camiones cisterna.
Rodrigo Arévalo agregó, «parece loco, pero la gente con la necesidad le está buscando la vuelta a todo y a las lluvias también le sacaron el provecho y lastimosamente nos dejan a nosotros sin trabajo. Estamos como quien dice en guinda. Antes por lo menos yo hacía 6 o 7 viajes diarios y ahora uno o dos y si acaso, es decir estamos perdiendo».
Ahora bien, la mayoría de los cisterneros coincidieron en la opinión de que en medio de este panorama de pérdida pueden tener un respiro, ya que mantienen clientes fijos que por lo general una o dos veces por semana necesitan del servicio.
«Hemos tenido pérdidas como todos, pero gracias a Dios hay edificios, residencias e industrias que siguen llamándonos para que le llevemos el vital líquido, ya que muchos piensan que el agua de lluvia los puede afectar o simplemente no tienen la posibilidad de recogerla y prefieren pagar. Sin embargo, las peticiones no tienen nada que ver con los meses anteriores», aseveró José Gutiérrez.
