“Caletear” agua es la nueva forma de ingreso en La Victoria

Con la necesidad que si vive en la actualidad, son muchos los ciudadanos que buscan resolver los platos de comida diarios. Y al parecer una de las formas que más está en boga y que no atenta contra la dignidad de ninguno, es buscar y trasportar recipientes de agua de los llenaderos en carrucha.

Y es que para nadie es un secreto que la falta del vital líquido afecta a varias zonas de la entidad ribense, por lo que este grupo de personas les brinda esta mano a todos aquellos que no pueden realizar este recorrido o pagar un cisterna, claro está, con un costo en efectivo.

En este sentido, los “caleteros”, como son conocidos popularmente, se ganan la vida realizando el trabajo fuerte, pues deben caminar con carruchas desde zonas lejanas, hasta las tomas de agua, ahí deben realizar su cola y posteriormente, llevarlas hasta las viviendas de los clientes, este es un proceso que en oportunidades pueden realizar más de una vez.

Román Martínez, habitante de El Portachuelo en la zona sur de La Victoria informó: “Estoy desempleado y en vista de que no consigo que hacer, me he visto en la necesidad de realizar esta labor que no me quita nada, más bien me da, porque además de ayudar ganó alguito. Es un trabajo que es pesado, porque a veces la carrucha no funciona bien y debo hacerlo a hombro pelado y muchas veces, para así tener más que llevar a mi casa”.

En concordancia con Martínez, el joven Rafael Pérez de La Mora dijo: “Por la necesidad debemos hacerlo, yo vivo sólo con mi mamá y cualquier ayuda es buena, más ahorita que no estoy estudiando. Yo me levanto temprano y ya tengo mis clientes fijos y busco los pipotes o botellones, de ahí en adelante lo que viene es sol y todo eso lo suelo hacer por dos mil o lo que puedan darme”.

Iban Rodríguez agregó: “La gente debe pensar que uno se está aprovechando de la necesidad de los demás, pero no es así, más bien tratamos de ayudar, claro está, deben cancelarnos algo, porque estamos usando nuestra fuerza es como nuestro trabajo y todo vale”.

Por su parte, la señora Carla Villavicencio, quien presta uno de sus chorros para que llenen comentó: “Está gente que carga agua lo hacen por necesidad y con todo y eso, a mi por ejemplo me dan algo siempre, por prestarle el punto. Yo en particular trato de no recibirlo, porque no hago nada más que abrir el chorro. Pero todos no somos iguales y hay quienes les toman el dinero. No juzgo porque todos tenemos necesidades”.

Entre tanto, las tarifas por cargar agua de estos hombres pueden posicionarse entre los mil y tres mil bolívares dependiendo de la distancia y de los viajes. Ahora bien, hay quienes ya están aceptando hasta pagos móviles, para sus clientes.

“Yo sé el problema que hay con el efectivo y lo que da el banco es para el pasaje, por eso puse mi cuenta y que me hagan pago móvil y listo. La cosa es trabajar y que se nos ayude”, concluyó Ismael Carbajal de 18 años, quien vive en Las Mercedes.