Militares y oposición no avanzan en formación de consejo transitorio en Sudán

La principal coalición opositora de Sudán y la junta militar que tomó el poder tras derrocar al presidente Omar al Bashir el pasado día 11 no han avanzado hoy en las negociaciones sobre la composición de un organismo que dirija el país en la etapa de transición tras la marcha del dictador.

Estaba previsto que las Fuerzas de la Libertad y el Cambio se volvieran a reunir hoy con el denominado Consejo Militar Transitorio para seguir exigiendo una mayor participación de civiles en un “consejo soberano” que deberá ocupar el vacío dejado por el exmandatario y tomar las riendas de Sudán hasta la celebración de elecciones.

Sin embargo, las reuniones no han tenido lugar y probablemente se aplacen hasta mañana, lunes.

Ayer, los dos bandos llegaron a un acuerdo preliminar sobre la formación de ese consejo soberano pero permanecen las discrepancias sobre la composición del organismo, que la oposición pide que sea integrado mayoritariamente por civiles y la junta, por militares.

Ibrahim Ozman, un dirigente de la Asociación de Profesionales Sudaneses, que agrupa a sindicatos opositores y que es un miembro fundamental de las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, se ha mostrado optimista respecto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo en ese sentido.

Ozman ha detallado a Efe que la coalición de partidos y grupos opositores ha propuesto que en el consejo haya ocho representantes civiles y siete militares, mientras que la junta ha pedido que sean siete militares y tan sólo tres civiles.

De momento, las negociaciones se han limitado al número de representantes y todavía no han sido propuestos nombres concretos, ni han trascendido posibles candidatos a integrar ese organismo que administraría la etapa transitoria y llevaría a cabo las reformas democráticas que viene pidiendo la calle.

Por otra parte, los capitanes de la Policía y otros uniformados de rango inferior se han declarado hoy en huelga en Jartum y otros estados del país, con el objetivo de exigir una mejora de los salarios y de la partida presupuestaria destinada a este cuerpo de seguridad.

El portavoz de la Policía, el general Hashem Mohamed Abdelrahim, dijo hoy en declaraciones a la radio estatal sudanesa que la huelga parcial sólo ha afectado a algunos servicios y al tráfico en algunas áreas.

Los convocantes aseguraron ayer que la huelga pretendía “mandar un mensaje a los líderes de rango superior para que corrijan el rumbo de la Policía y para cambiar su imagen, afectada por la amplia corrupción y la injusticia de esta institución”.

Un policía de nombre Mohamed Ezzedín aseguró a Efe que los atascos que se han producido hoy se deben a la huelga, que causó también retrasos en algunos tribunales y a la hora de realizar trámites relacionados con pasaportes, carnets de identidad y de conducir, y otros.

La Policía fue uno de los cuerpos de seguridad acusado de participar en la represión violenta contra los manifestantes en los pasados meses, desde el comienzo de las protestas en Sudán el 19 de diciembre pasado hasta el derrocamiento de Al Bashir.

Según los cálculos de la oposición y de organizaciones de derechos humanos, decenas de personas murieron en ese periodo y centenares resultaron heridos, pero las autoridades no han hecho público un cómputo total de las víctimas en los casi cuatro meses de movilizaciones en las calles de todo el país.

El director de Sanidad del estado de Jartum, donde se sitúa la capital sudanesa del mismo nombre, Babakr Mohamed Ali, anunció esta semana que 53 personas fallecieron y más de 7.300 fueron heridas en ese estado y las regiones vecinas.

Hoy mismo el sindicato de los farmacéuticos, integrado en la Asociación de Profesionales Sudaneses, convocó una marcha para recordar al “mártir” Salah Sanhury, uno de sus miembros fallecidos en las protestas, en las que el personal médico se implicó activamente, tanto en las calles como ofreciendo asistencia en los centros sanitarios.

“No hemos traicionado tus promesas, Salah. Caminamos detrás de ti por el camino correcto”, rezaba la convocatoria de sus compañeros y familiares. EFE