Italia entre el estancamiento y la contracción

Agobiada por factores estructurales y un contexto internacional adverso, la economía italiana se debate entre el estancamiento y la contracción como alternativas probables para este año.

El Centro de Estudios de la principal organización empresarial del país, Confindustria, se unió a los malos presagios al reducir a cero su estimado de 0,9 por ciento de aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de Italia, anunciado en octubre de 2018.

Como consecuencia, vaticinó un incremento del déficit fiscal, de 2,1 por ciento en 2018, a 2,6 en 2019, y un incremento de la deuda pública con relación al PIB, de 132,1 a 133,4 este año, con perspectivas de llegar a 133,6 en 2020.

En esas circunstancias, el ministro de Economía y Finanzas, Giovanni Tría reconoció la posibilidad de un estancamiento de la economía este año, aunque descartó una reducción de los gastos previstos en el presupuesto.

MEDIDAS PARA SUPERAR LOS RETOS ECONOMICOS

Para superar los retos estructurales de la economía italiana, el organismo internacional cree necesario aplicar un paquete de reformas para los próximos años, dirigido a lograr un crecimiento mayor y más inclusivo, al tiempo que recuperar la confianza en la capacidad reformadora del país.

Entre otras medidas, el informe propuso incrementar la productividad para aumentar los niveles de vida, enfrentar el efecto negativo del envejecimiento poblacional y la reducción de la fuerza de trabajo; y un plan creíble a mediano plazo para reducir la relación entre el monto de la deuda y el PIB.