300 mil personas en riesgo de morir por desnutrición o falta de medicinas

“La ayuda humanitaria es urgente, es para comer, es por falta de medicinas. No es un proceder simbólico, es fundamental atajar la muerte de cientos de venezolanos y mejorar su calidad de vida; pero en la mayoría de los casos es para evitar la muerte”.

La afirmación corresponde a Teresa Albanes, exdirectora regional de la Unicef para América Latina y el Caribe, quien manifestó su preocupación ante la incertidumbre que se vive en Venezuela a propósito de la ayuda humanitaria promovida por Juan Guaidó, presidente encargado.

Imagen de cortesía

Para Albanes lo que sucederá en los próximos días en Venezuela es desconocido, pero de lo que no tiene dudas es de que la intervención humanitaria es urgente. Más de 300.000 personas están en riesgo de morir; cientos de niños en estado de desnutrición, con cuadros diarréicos; miles de adultos con enfermedades crónicas como cáncer, hipertensión o diabetes.

La también dirigente del movimiento Soy Venezuela, no oculta su preocupación ante la negación de Nicolás Maduro de recibir la ayuda humanitaria. Se pregunta cómo llegará y además cómo será distribuida en los hospitales que están en regiones remotas del país y que requieren de manera urgente catéteres, diálisis, medicamentos esenciales y vacunas, sobre todo para los niños.

“La ayuda humanitaria es indispensable para salvar de la muerte a 300.000 personas. Pero tenemos que estar conscientes de que no será para siempre. Aquí se tiene que producir una ruptura con el sistema actual para poder nosotros empezar a ser autónomos y no depender siempre de ayudas humanitarias.

Y esa autonomía no se va a dar sin un cambio”, destacó quien ha experimentado grandes desafíos en cuanto a desnutrición en América Latina.

A Albanes, en su condición de exdirectora regional de Unicef, le tocó mediar con Efraín Ríos Montt, quien instauró una dictadura militar en Guatemala y mantuvo un programa llamado ´Garbanzos y fusiles´. “Él pensaba que todo lo podía resolver de esa manera, alimentando a la población y reprimiendo. Nosotros constatamos la emergencia humanitaria de los niños en Guatemala. Contacté a Ríos Montt. Fue difícil, pero finalmente llegué a su oficina”, contó.

“Vengo a invitarlo a que declare otra guerra. Una guerra contra la muerte infantil, sus niños se están muriendo. Él oyó con cierta tensión mi explicación, los niños morían por deshidratación producto de las diarreas, por alimentos contaminados y por agua. Preguntó que debíamos hacer, se lo explicamos, y entendió”, prosiguió.

La también abogado, destacó que el comportamiento de Maduro es insólito, a su juicio su único objetivo es mantenerse en el poder y son los integrantes de la Fuerza Armada Nacional (FAN), quienes lo están sosteniendo. En pocas palabras: a Maduro no le importa que los niños venezolanos se mueran.

“Él piensa que la ayuda humanitaria le dará la razón a una oposición vehemente que dice que aquí hay una emergencia que hay que atender.

Esto se volvió un tema internacional. El mundo tiene conciencia por la información que ha salido ahora sí de los organismos internacionales que, después de ver el decaimiento progresivo de la calidad de vida de nuestros niños y de las familias, finalmente Unicef reaccionó.

La OPS, la OMS han aceptado la calamidad nacional que viven los niños y quienes tienen enfermedades crónicas, quienes necesitan tratamiento para no morir”, indicó.