Diciembre comienza con alegría y el maracayero goza esta época enérgicamente, entre música, reuniones, brindis y placenteros platos, nuestra identidad cultural se expresa con fuerza y la llegada del niño Dios bendice cada rincón de nuestra región.
Entra las tradiciones que se ha mantenido por muchos años, están los doce deseos para el próximo año. Salud, alegría, unión y dinero es lo más deseado por la mayoría de las personas.
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La esperanza no acaba, el señor Ángel Gutiérrez opinó, “lo primero que necesitamos nosotros es un mayor porvenir para el país, lo que pedimos es que realmente el venezolano tenga más conciencia ciudadana, que nos comportemos como vecinos ayudándonos unos con otros tendremos la comunidad que deseamos”.
Por otra parte, la señora Martina Bello expresa su sentimiento acerca de esta tradición aferrándose a la esperanza de que el país tendrá cambios para mejorar a todos por igual, y desea firmemente la unión de su familia.
No solamente hay personas que tienen los doce deseos completos, están quienes quieren uno en especifico como es el caso de Douglas Cedeño, quien pedirá para el 2019 un mejor futuro para la región.
Los niños son clave para la sociedad, y en esta época sus deseos son plasmados con ilusión. Con su mirada llena de ternura, Luis Olivo de quince años, expresó, “mi único deseo es que toda mi familia se una, mi mamá está en Colombia, quiero tenerla a mi lado, también empezar con el pie derecho, y tener un mejor 2019”.
Para los maracayeros esta costumbre es esencial, los deseos se piden con fe y esperanza. El fin de la navidad trae nostalgia, pero también significa que se han cerrado ciclos, donde se ha registrado más de un inconveniente, pero se sigue constante.
ALNELLY CAÑA| elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO
