¿Qué sabemos sobre los agujeros negros?

De acuerdo a la NASA (National Aeronautics and Space Administration), un agujero negro es definido como una región en el espacio donde la fuerza de gravedad es tan fuerte que nada puede escapar de allí, ni siquiera la luz. Esto quiere decir que son lugares con un campo gravitatorio tan grande que ninguna radiación electromagnética ni luminosa puede salir.

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A pesar de tener una definición bastante clara, este fenómeno se le suma a la amplia lista de incógnitas sobre el Universo, ya que sin duda, lo que esta frontera esférica esconda dentro de sí misma, es un enigma.

Más allá de las teorías, existen hechos que los científicos han podido aclarar, y que responden a muchas dudas que tenemos sobre ellos. Algunas de ellas te las presentamos a continuación:

¿Cómo luce un agujero negro?

Los hoyos negros (como también se les conoce), son invisibles al ojo humano, porque la luz que entra hacia ellos no puede ser percibida. De manera que los científicos a través de los años han desarrollado innumerables herramientas con las que pueden detectarlos, gracias a su comportamiento material y las estrellas que lo rodean; esto se conoce como disco de acrecimiento (un disco con una estructura central), el cual está compuesto por materia, carga eléctrica y masa.

Expertos aseguran que “son más negros que la oscuridad”, ya que no se puede percibir qué hay al otro lado del agujero. De hecho, esto se le llama “horizonte de sucesos”, ya que una vez algo lo atraviesa, nada retorna de él, ni la materia, ni ondas de radio, ni luz.

¿Qué tamaño tienen?

Se miden según su masa. No todos los agujeros negros son supermasivos, de acuerdo a los estudiosos, ya que estos podrían incluso tener el tamaño de un átomo. Sin embargo, los más diminutos pueden tener la masa de una gran montaña, y son los que se conocen como agujeros negros primordiales o micro agujeros.

Otros son llamados agujeros negros estelares, aquellos de “clase común” que tienen un tamaño mediano, y su masa es 20 veces mayor que la de nuestro Sol. Y finalmente, están los ya mencionados supermasivos, que tienen un millón de veces la masa de nuestra estrella (como el que se encuentra en nuestra galaxia).

¿Cómo se forma un agujero negro?

Se producen cuando existe una amplia concentración de masa en un espacio muy pequeño; esto ocurre cuando una estrella gigante roja gasta toda la energía termonuclear que la mantiene activa, y esa misma fuerza, se ejerce sobre sí, originando un colapso que posteriormente genera una fuerza de atracción de tal magnitud que atrapa hasta la luz.

Este proceso fue ampliamente explicado por Stephen Hawking, quien lo definió como “la muerte” de la gigante roja, que sería una estrella con más de 25 veces la masa de nuestro Sol.

Una explicación sencilla sería: una estrella explota, y se forma un hoyo gravitatorio que se traga todo lo que se encuentra a su alrededor. De este modo, su composición es de materia destruida a nivel de átomos.

¿Cuándo se formaron?

La NASA considera que los agujeros negros se formaron en el Universo temprano, luego del fenómeno del Big Bang. De acuerdo a varias teorías, se cree que solo necesitaron menos de mil millones de años para formarse.

De otro modo, también se cree que los agujeros negros supermasivos se forman al mismo tiempo que la galaxia que los alberga.

¿Qué pasa si una persona se acerca demasiado?

Es bastante improbable que alguien pueda acercarse, pero en caso que así sea, podrían suceder dos cosas. La primera, en caso de no ser absorbido, la persona no envejecería ya que la fuerza gravitacional hace que el tiempo avance más lento cuando se está cerca de un agujero.

En el segundo caso, y levemente más probable, el agujero lo estirará y comprimirá tan violentamente que lo desintegrará en pedazos. Pero esto sería tan rápido (milésimas de segundo o menos) que no habría manera de percibirlo, y no habría de sentir dolor.

¿Puede un agujero negro tragarse a nuestro planeta?

Es poco probable que suceda. La NASA asegura que los agujeros negros no se desplazan por el Universo con el propósito de absorber los planetas que hay en él. Además, el agujero supermasivo de nuestra galaxia se ubica a una distancia de 26.000 años luz o más bien, unos 255.000 billones de km respecto de la Tierra.

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