Obra del maestro Cruz-Díez representa en Miami el derecho humano a la cultura

La fundación Solidaridad Internacional para los Derechos Humanos entregó ayer al Miami Dade College (MDC) una obra donada por el reconocido artista venezolano Carlos Cruz-Díez como parte de un proyecto global para dar a conocer unos derechos reconocidos desde hace 70 años en una Declaración Universal.

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“Induction Chromatique” de Carlos Cruz-Diez

“Las estadísticas dicen que solo un 1 % de la humanidad sabe que existe la declaración y solo un 5 % de la humanidad la ha leído”, señaló ayer a Efe Devorah Sasha, directora ejecutiva de la fundación, conocida por las siglas de su nombre en inglés (ISHR).

Sasha y otras dos venezolanas radicadas en EEUU, Elizabeth Sánchez Vegas, presidenta de ISHR, y María Elena Useche, miembro de la Junta Directiva, crearon la fundación hace 10 años, 60 menos que los que cumplirá la Declaración Universal de los Derechos Humanos el 10 de diciembre.

La instalación titulada “Induction Chromatique”, que fue colocada en una plaza de uno de los campus de MDC, la universidad con mayor número de alumnos y más diversa de EEUU, representa el derecho a la cultura (artículo 19), uno de los 30 que contiene la declaración.

Se trata de una pieza más de la Ruta hacia los Derechos Humanos, un proyecto promovido por ISHR, para construir espacios con 30 obras artísticas donadas por sus autores que sirvan como lugares de arte y también para acoger actividades relacionadas con los derechos básicos del ser humano.

La obra de Cruz-Díez, un maestro del arte cinético y óptico nacido en Venezuela y radicado desde la década de 1960 en París, es la cuarta de gran formato que ISHR ha entregado a MDC, cuyo presidente, Eduardo Padrón, participó ayer en la ceremonia de inauguración.

Momento de la inauguración de la obra

Sasha indicó a Efe que la idea es construir en fecha aún no definida en el campus Norte del MDC un Pabellón de los Derechos Humanos que albergue obras de arte de formatos menores o medios.

En total, entre el pabellón y las plazas y parques de los campus de MDC habrá 30 obras, una dedicada a cada derecho humano, explicó la directora ejecutiva de ISHR.

La escultura “Elevación”, del artista uruguayo Mauro Arbiza, que representa el derecho a la libertad de opinión y expresión (artículo 19 de la declaración), fue la primera colocada en MDC como parte del proyecto.

El derecho a no ser discriminado (artículo 2) está representado por una instalación del español Eladio de Mora titulada “Niños”, mientras que la pintura “Libertad”, del venezolano Jorge Dager, es el símbolo del artículo primero de la declaración que dice que “Todos somos libres e iguales”.

“Lágrimas doradas”, una pintura del español Horacio Silva, representa el Derecho a la Libertad de Pensamiento, de Conciencia y de Religión (artículo 18).

El derecho a circular libremente y a elegir su lugar de residencia en el territorio de un Estado (artículo 13) lo representa “The Gravity of Gravity” (título original), una escultura de gran formato del venezolano-estadounidense Rafael Barrios.

ISHR es una entidad centrada en crear programas educativos para dar a conocer los derechos humanos de una manera positiva y “no politizada” a niños y jóvenes.

Sasha señala que la conversación sobre los derechos humanos está casi siempre enfocada en las violaciones y no en los “valores” ni en la cultura de tolerancia hacia el otro que promueven, que es lo que ISHR trata de inculcar en escuelas, institutos y universidades no solo de Estados Unidos.

Según dice, el ámbito de actuación de la fundación se extiende a Andorra, España y Panamá por ahora.

El Principado de Andorra recibió ayer un premio como país amistoso hacia los derechos humanos otorgado por ISHR, que también premió a MDC, a Carlos Cruz-Díez y a la firma de arquitectura Frank Costaya de Miami en otras categorías de estos galardones.

EFE