En picada las ventas de ropa femenina en el centro de Maracay

Al pasar por las distintas tiendas de ropa femenina del centro de Maracay es notable la poca afluencia de compradores, pues los costos de las prendas no bajan de los cuatro millones de bolívares.

A esto se suma la poca variedad de vestuarios, elemento fundamental para las damas, razones por las cuales las ventas siguen peligrosamente en picada.

En este sentido, Norelkis Ramírez expresó que semanalmente vende un “máximo de diez piezas, cuando en tiempos pasados lograba vender hasta sesenta piezas, ya no es lo mismo debido a que las mujeres no andan pendientes de comprar ropa sino comida; se puede decir que las ventas han bajado 80%”.

Esta situación también ha llevado a los vendedores a comercializar otros productos en el mismo establecimiento; “para lograr subsistir también me dedico a vender en el negocio aguas y refrescos, ya que solo la venta de ropa no me da la base y tengo que rebuscarme con otras cosas”, agregó Ramírez.

Los comerciantes aseguraron que el negocio de venta de ropa de damas ya no es rentable, pues la mercancía que llega es muy costosa y las mujeres ya no están dispuestas a gastar tanto dinero para tener una vestimenta ostentosa.

Sohemi González aseguró que “los precios de la mercancía aumenta todos los días, pienso que en este país vivimos en una hiperinflación, lo que nos hace imposible tener una estabilidad económica”.

“Si demoramos más de dos días con el dinero, se devalúa, y perdemos nuestro capital. Un negocio así no puede prosperar ni mantenerse; esta economía nos tiene con las manos atados; ya no podemos más”, añadió González.

Del mismo modo, Wendy Rodríguez manifestó que “la ropa sube de precio cada dos o tres días, por lo menos 500 mil bolívares o un millón de bolívares, y los vendedores aumentamos porque los proveedores lo hacen”.

Rodríguez afirmó que “a veces me da miedo elevar tanto los costos porque siento que llegará un momento en que la gente no comprará más, pero todavía hay algunos que hacen sus compras con el dinero que les mandan del exterior”.

Finalmente, es importante resaltar que más de 15 comerciantes se han visto en la penosa obligación de bajar la santamaría, pues los ingresos que recibían de su tienda de ropa era muy bajo, por ende buscan mejores posibilidades económicas que les permita seguir manteniéndose activo.

YORVELIS ROJAS (pasante) | elsiglo
fotos | JUAN CARLOS BENÍTEZ