Familiares, amigos y profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se concentraron este viernes en la plaza de la Gobernación de Aragua, con el fin de mostrar su solidaridad al ingeniero Marco Azpúrua y Ángel Boyer, quienes les realizaron la audiencia preliminar en el Palacio de Justicia al ser acusados de asesinar a Fabiola Ragazzoni de Azpúrua (61) el pasado 18 de mayo en la urbanización La Soledad.

En este contexto, Eyra Linares, exalumna del ingeniero Azpúrua y amiga del profesor Ángel Boyer, recalcó que parte de la comunidad de la Facultad de Agronomía de la UCV, familiares y allegados creen en la inocencia de los involucrados en este controversial caso.
«Son profesores universitarios que han dado toda la vida por la docencia, son profesores que lo han dado todo por la lucha ambientalista, son senderistas y bueno no hay nadie de la universidad, ex alumnos y de la comunidad que esté dudando de su inocencia», manifestó.
Linares aclaró que al ingeniero lo acusan de femicidio y al profesor Boyer de cometer delito de «cómplice no necesario» en el caso de la muerte de Ragazzoni, destacando que los que se concentraron en apoyo a los sospechosos, es que se respete el debido proceso durante las audiencias y seguidos juicios.
«Que permita a los técnicos convocados por la defensa a que hagan su trabajo, a que el juez valore, considere y vea con imparcialidad todas esas experticias, que es lo único que nos va a garantizar la declaración de inocencia del profesor Marco Azpúrua, y por supuesto, al profesor Ángel Boyer», dijo.
La vocera explicó lo abnegado que fue el ingeniero Marco Azpúrua con su esposa Fabiola hasta el día de su trágica muerte. «El profesor tuvo más de 25 años lidiando fuertemente con la salud de su esposa. Estaba 100% dedicado a la atención de ella, que tenía lamentablemente problemas mentales. No es la primera vez que tiene un intento de suicidio, su familia estaba 100% abocada a su atención, y nosotros somos, toda la comunidad universitaria, fieles testigos de la dedicación que tenía el profesor Marco Azpúrua con respecto a la salud de su esposa, e inclusive con la salud de varios de sus familiares», expresó Linares.

Asimismo, Linares destacó que en la concentración se encontraba la hermana de la señora Ragazzoni de Azpúrua y su sobrino, mostrando su apoyo al ingeniero Marco y al profesor Ángel Boyer. «Permanentemente se mantienen en apoyo, en comunicación, le envían cartas en su centro de detención. O sea, que por parte de la familia siempre ha habido, antes de que pasara esta tragedia, siempre han tenido apoyo. Y después de la tragedia, bueno, mucho más», aclaró.
LO QUE DICEN LAS AUTORIDADES
Es importante recordar que según lo informado por el C/G Douglas Rico, jefe nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), durante uno de sus programas «Cicpc Al Día», el ingeniero Azpúrua había asesinado a su esposa para apoderarse de una fortuna que la mujer había heredado, mientras que Ángel Gabriel Boyer era el cómplice del crimen.
Rico explicó durante su programa, que Azpúrua Campos planificó quitarle la vida a su esposa, ya que supuestamente estaba cansado de lidiar con el presunto trastorno psiquiátrico que padecía. Pero, además ideó el plan para apoderarse de unos bienes de la mujer, ya que tenía conocimiento que Fabiola Ragazzoni tenía prendas de gran valor, que era parte de una herencia que iba a ser compartida con sus hermanas.
«Este hombre en compañía de su amigo Ángel Gabriel, decide quitarle la vida y simular un suicidio. Nuestros pesquisas al analizar el sitio del suceso se percataron que no se trataba de un suicidio, sino un homicidio», dijo Rico.
LO QUE COMENTAN LOS ALLEGADOS
Los amigos y allegados sostienen la inocencia del ingeniero Azpúrua y del profesor Boyer, destacando que durante la mañana del día 18 de mayo, Marco se levantó temprano para atender a Fabiola, y antes de salir le dio unos medicamentos y se fue del apartamento.
Azpúrua recogió a Boyer en su residencia, ya que ambos iban a regar unas plantas y darle de comer a unas mascotas en una vivienda ubicada al parecer en El Limón, municipio Mario Briceño Iragorry.
Antes de hacer la diligencia, pasaron a un local en la avenida Universidad frente a una entidad bancaria que está por el Torreón, para comprar un pasticho que iban a retirar luego más tarde.
Se dijo que cuando estaban regando las plantas, Marco Azpúrua le suena al celular, pero antes de agarrarlo se cae la llamada, y al ver el registro ve que era su esposa Fabiola. Marco le regresa la llamada y su esposa le dijo en ese instante que «se disparó».
Comentan los conocidos de los acusados que el ingeniero ya desesperado se sube al automóvil y va rápidamente al apartamento en compañía de Ángel. Dicen que entre las 11:00 a.m. y 12:00 del mediodía del 18 de mayo, llegan al quinto piso del edificio residencial Mar Azul de la urbanización La Soledad, al entrar a la vivienda van corriendo hacia el baño y ven a Fabiola agonizando llena de sangre.
Supuestamente indicaron que Ángel Boyer sale del apartamento a buscar ayuda, y gritando por todo el edificio y consigue a una doctora que vive en el piso 3, quien trató de auxiliar a la señora Fabiola, pero es la que confirma el deceso de la mujer.
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Ángel presuntamente fue el que se encargó de llamar al 911, otro de los vecinos notificó la situación a los funcionarios de seguridad, acercándose comisiones de la Policía de Aragua y del Cicpc, quienes confirmaron la muerte de la ciudadana e iniciaron inmediatamente las averiguaciones.
Durante las investigaciones presuntamente el ingeniero Azpúrua fue citado en tres ocasiones por el Cicpc para declarar ante las sospechas en su contra de haber cometido el femicidio. Supuestamente el sospechoso nunca dejó de asistir a los llamados de las autoridades, sin embargo, lo detuvieron y lo acusaron de asesinar a su esposa.
En el caso de Ángel Boyer, fue citado el día del hecho a declarar sobre lo ocurrido, él deja el teléfono para que sea sometido a experticias, luego lo dejan ir, según dijeron los allegados.
No obstante, días después una comisión del Cicpc llegó a su casa y se lo llevaron detenido, acusado del delito de cómplice no necesario, de acuerdo con la versión que facilitaron a los periodistas de elsiglo.
Ante este caso, los familiares, conocidos y allegados tanto del ingeniero Marco Azpúrua y Ángel Boyer, esperan que las autoridades hagan su trabajo y el debido proceso del juicio, esperando una sentencia favorable para ellos, porque están firmes de que los dos profesores universitarios son inocentes.
LINO HIDALGO | elsiglo
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