Aproximadamente 30 viviendas de las calles 11 y Guaicaipuro del barrio La Barraca de Maracay, no están recibiendo el suministro eléctrico adecuado luego de que uno de los transformadores explotara tras el apagón del pasado 22 de julio, cuando hubo una explosión en la subestación El Mácaro.

Esta crisis eléctrica responsabilidad de Corpoelec ha causado estragos en embarazadas y adultos mayores, fatiga entre los vecinos por dormir mal en las noches calurosas y pérdidas de alimentos, pues los refrigeradores no están funcionando.

Al respecto, Angi Echenagucia relató que, luego del apagón, el personal de Corpoelec se acercó a la comunidad a restablecer el servicio debido a la caída de un tabaco, no obstante muchas viviendas no tenían luz y otras solo con una fase.
«Hemos ido a Corpoelec, se les ha llevado carta, supuestamente el consejo comunal de aquí lo ha hecho, nos dijeron que le escribiéramos a la gobernadora Joana Sánchez, se le escribió respetuosamente», dijo la vecina.
A pesar de las diligencia que han hecho, sus súplicas no han sido tomadas en cuenta, y en el caso particular de Echenagucia es aún más agobiante, ya que en su vivienda los más perjudicados son los niños, su madre adulta mayor y su hermana embarazada.
«Tenemos luz en un lado de la casa. Agarramos unas extensiones de un cuarto a otro para tener luz, por lo menos para dormir. Tenemos que sentarnos aquí afuera en el día, y en la noche tratar de que ella (su hermana) tenga dos o tres ventiladores», explicó.

No obstante, Echenagucia destacó que deben comprar comida diariamente, ya que las neveras no funcionan. Igualmente comentó que los voceros comunales les dijeron que deben esperar que la empresa de electricidad asigne un transformador, ya que supuestamente en Maracay no hay.
«Por favor Corpoelec, a la gobernadora que nos ayuden a resolver esta problemática, porque de verdad no es nada fácil. Que si es que nos reunamos o tengamos que pagar, que nos digan algo para solucionar», dijo.
Por su parte, Eduardo Suárez precisó que son 100 familias afectadas; «hay niños, hay adultos, si tú pones un enchufe en la nevera se te va la energía eléctrica del bombillo, si tú pones el bombillo la nevera no enciende, tenemos fallas por todos lados», relató.
VIVIR A OSCURAS

La señora Ivón García, que vive con sus parientes en uno de los pasajes de la calle Guaicaipuro, relató lo difícil que ha sido vivir sin energía eléctrica durante los últimos 15 días. «Es demasiado fuerte, vamos a la comuna y no nos dan una respuesta», expresó.
Confirmó que es uno de los transformadores de la calle 11 cruce con Guaicaipuro está averiado, sin embargo, la respuesta de los voceros comunales no fue nada alentadora para ellos, que son los que sufren esta situación.
«Hasta seis meses puede demorar, y no debería porque somos los que estamos más afectados», dijo.
García tuvo que dejar a sus nietos donde su hija, ya que es imposible que estén viviendo en estas condiciones. «Deberían arreglarlo, no somos animales», agregó.
Igualmente, declaró Ivett Franco, quien a pesar de tener energía eléctrica completa en la vivienda donde vive alquilada, mostró su apoyo con los vecinos afectados.

CLAMAN POR SOLUCIONES
Mientras que Esteban Romero, quien vive en la calle 11 de La Barraca, tiene electricidad 110v, pero los limita a vivir con tranquilidad, ya que la otra fase es necesaria para encender los aíres acondicionados o la bomba para surtirse de agua.
«No hay luz 220, y el calor que estamos padeciendo, hay niños, somos adultos mayores los que vivimos aquí, no tenemos agua porque la bomba mía trabaja con 220», recalcó.
Mencionó que hicieron las diligencias necesarias ante Corpoelec, sin respuestas concretas.

Por último, Samuel Contreras relató que buscó una solución junto a un vecino, «porque de verdad con esta situación no podemos prender los aires 220, prendemos la nevera y los bombillos de la casa».
Contreras destacó que ha ido a las oficinas centrales de Corpoelec para reportar la situación, pero en las cinco veces que ha ido ha sido en vano.
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«Me dijeron que hiciera un informe, después me dijeron que está listo, pero eso es pura mentira», agregó.
Finalizó asegurando que está al día con el pago del servicio eléctrico, y lamenta que esta situación siga pasando. «Aparte que nos cobran una cantidad de dinero como no tienes una idea. Me pusieron a pagar 2.500 bolívares del servicio de luz, que no puede ser y no veo la necesidad de eso», concluyó.
LINO HIDALGO | elsiglo
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