El río Orinoco sigue hablando de nuestro pasado

La revista científica Antiquity de la Universidad de Cambridge publicó el pasado 4 de junio los resultados de una investigación y el nuevo hallazgo de arte rupestre que quedaron plasmado en una inmensa roca del río Orinoco, específicamente en la zona llamada Rápidos de Atures, límite entre Colombia y Venezuela.

Un hallazgo que abrió a nuevas incógnitas

En el artículo se precisa que estos grabados fueron hallados en la parte del país neogranadino del Medio y Alto del imponente río, donde salen enigmáticos grabados enormes de serpientes gigantes, entre otras figuras que según la investigación datan de la era precolombina, aproximadamente entre los años 1000 y 1500.

Dicho estudio que fue liderado por dos investigadores colombianos y uno del Reino Unido, arrojaron datos reveladores, donde fortalece aún más la ya nutritiva historia del origen de nuestra civilización.

Philip Riris precisó a la agencia de noticias británica BBC, que los gigantes dibujos hechos sobre rocas son un enigma para el mundo, donde quedan plasmadas boas y anacondas de hasta 40 metros de longitud.

Los científicos maravillados con lo que ocurre en el río Orinoco

«Son varias veces más grandes que un humano adulto en varias dimensiones, y se distribuyen a lo largo del río Orinoco en un punto que fue una zona de intenso contacto e interacción entre diferentes grupos étnicos y lingüísticos en el pasado», resaltó el investigador.

El amplio artículo científico resaltó que el ecosistema de este importante río del norte de Suramérica, hay elevaciones abruptas de granito llamada inselbergs o «montes isla», que son difíciles de escalar, pero no imposible, según reseña el medio internacional.

«Son negras, pero ese no es el color natural de la roca, sino que es una mancha bacteriana», dijo Riris.

Mencionó que los investigadores no tuvieron complicaciones para raspar la capa superior y descubrir el color característico de estas inmensas rocas, que son generalmente de color gris claro.

Estas fueron propicias para que las antiguas civilizaciones pudieran tallar figuras y expresarse a su manera, pero lo que asumen los investigadores es que este arte puede ser para varias cosas: Para comunicarse entre etnias o marcar límites fronterizos entre poblaciones aborígenes.

«Creemos que estaban señalando algún aspecto de territorialidad o de identidad social, o ambas cosas», dijo el investigador británico.

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Aunque para los investigadores hay muchas otras razones del significado de estos grabados rupestres en el inmenso monumento natural, que pudieran ser señales de advertencia, mensajes entre amigos o mitos indígenas.

«Tiene que ser en respuesta a algo. Cuando hay un paisaje relativamente densamente poblado, se esperaría que apareciera arte rupestre como este», explicó Riris.

El artículo de la revista Antiquity dejó como conclusión que los investigadores darán continuación a los futuros estudios de estos sitios monumentales de arte rupestre que se encuentran a lo largo del río Orinoco y sus afluentes, centrándose próximamente en los grupos indígenas para profundizar los conocimientos y así alcanzar nuevas respuestas, y que seguramente las leerá a través de nuestra página temática En Sepia.

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