A la buena de Dios viven habitantes de Casanova Godoy

Los habitantes que siguen residenciados en la calle Providencia de la comunidad José Casanova Godoy al sur de la ciudad del municipio Girardot, estado Aragua, están a la buena de Dios cuando las lluvias se hacen presentes en esta localidad, ya que temen que el muro que los separa del río Madre Vieja no se desborde e inunde sus viviendas.

El desbordamiento de las cloacas siempre está constante. FOTO : CORTESIA elsiglo

Sixto Rengifo, vocero del consejo comunal de esta comunidad, afirmó que son muchos años que han lidiado con esta situación, recalcando que esto ya es inaguantable para muchos de los habitantes que viven a los límites del muro.

Sixto Rengifo, vocero del consejo comunal

El líder comunal afirma que el gobierno regional y local ha hecho todos sus esfuerzos para aguantar el desbordamiento del río, creando muros en varios extremos no sólo en José Casanova Godoy, sino en otros puntos de Aguacatal, La Punta y otros sectores del sur de Maracay que se ven afectados por esta situación. 

«Estos son paliativos que cumplieron una función hace años, pero no hicieron inevitable lo que estamos viviendo en la actualidad», recalcó.

Rengifo aseguró que los niveles del Lago Los Tacarigua están a punto de sobrepasar sus límites, y es necesario que los habitantes y dueños de más de 10 casas sean indemnizados.

«La única solución que necesitamos es salir de aquí, que nos asignen un apartamento o una vivienda digna para no seguir viviendo en estas condiciones», recalcó.

Rosa Acosta

Por su parte, Rosa Acosta, también es otra de las afectadas por la situación que viven muchos vecinos de la comunidad José Casanova Godoy, recalcando que ya es insoportable vivir en estas condiciones.

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Afirmó que esta situación queda en evidencia del estado que se encuentran muchas viviendas, que poco a poco se están deteriorando debido al exceso de humedad que penetra en su estructura.

Pero para la afectada su mayor preocupación es cuando llueve, siendo enfática en asegurar que la tormenta eléctrica que ocurrió el pasado domingo 16 de junio, es otra clara señal para ella y muchas personas más que deben irse a vivir a otro lugar.

«Esa noche se durmió por ratitos porque uno no sabe lo que se le espera», añadió.

Para la señora Acosta, que es una adulta mayor, debe buscar la manera también de tranquilizar a su hijo que es de condición especial, siendo esta una preocupación diaria, a pesar de que recibe el consuelo de sus otros hijos.

Acosta reiteró su llamado a las autoridades locales y regionales a que por favor les tiendan la mano y los saquen de este lugar. «Ya tenemos más de 12 años en este problema, entonces no hemos visto nada. Yo no se si el Presidente no sabe, entonces insistimos que nos den la mano», recalcó.

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Por último, una ciudadana, quien es apodada cariñosamente como «Maracucha», que vive finalizando la calle Providencia, relató también lo difícil que es vivir a la orilla de un muro que constantemente se le filtra el agua, más cuando las lluvias están presentes.

«Aquí cada vez que cae un palo de agua uno se pone nervioso, ya uno no sabe que hacer», dijo.

La ciudadana finalizó diciendo que su único refugio es la platabanda de su vivienda, ya que lo que está abajo se lo comieron las constantes inundaciones. «A las autoridades les digo que se aboquen a este problema del río Madre Vieja, y que nos saquen de aquí», concluyó.

LINO HIDALGO | elsiglo

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