Estudiantes de la escuela Monseñor Feliciano González realizaron vendimia por cierre de proyecto

Los estudiantes del sexto grado de la Escuela Básica Monseñor Feliciano González, ubicada en Caña de Azúcar, municipio Mario Briceño Iragorry, realizaron el «Proyecto Productivo» que corresponde a su evaluación de final de curso, para pasar al primer año de bachillerato.

Este proyecto consistía en que cada estudiante debía realizar un emprendimiento en conjunto con sus representantes, en el que tuvieron que hacer un análisis de sus debilidades y fortalezas, además de sacar los costos, elaborar el producto, los que se decantaron por negocios de comida, y posteriormente la venta en los espacios de la cancha del colegio.

Giovanny Hernández, estudiante de 6to. B

Asimismo, los profesores organizadores de la actividad, explicaron que con estos emprendimientos buscan reforzar los conocimientos de cada estudiante para el futuro, además de crear nuevas habilidades que sirvan como base para cada niño en su búsqueda de una profesión.

«Esta actividad como tal ha querido engalanar a estos muchachos, donde ellos van a optar por un futuro mejor. Lo más importante no es el emprendimiento como tal, sino el desenvolvimiento que presente cada niño», destacó el licenciado Thomás Frías, profesor de 6to. C.

La profesora Aura Peña destacó que en este cierre de proyecto quisieron trabajar con los alumnos la relación escuela-familia-comunidad, puntualizando que ha sido un éxito rotundo la participación de los niños con sus representantes en sus emprendimientos.

Amram Casamayor, estudiante de 6to. B           

En este sentido, los docentes añadieron que uno de los propósitos para este proyecto es «fortalecer y enriquecer los conocimientos que tienen los padres y los estudiantes», además del apoyo en los proyectos, según lo explicó la profesora Mardory Corrales, docente de 6to. A.

Por otro lado, la experiencia de culminar la primaria, es un paso más para los estudiantes en su desarrollo como individuos y en la sociedad actual, con los cambios que han tenido a través del tiempo; desarrollar alguna habilidad para crear un emprendimiento repercute de manera positiva en los niños de estas edades, abriéndoles las puertas de las oportunidades y el conocimiento.

Sumado a esto, les brinda una amplia cantidad de tiempo para descubrir sus habilidades y fortalezas en distintas áreas, además de mostrarles con cuales profesiones u oficios se identifican más.

Giovanny Hernández y Amram Casamayor, son dos estudiantes de 6to. B, que manifestaron su agradecimiento a su profesora por la iniciativa de esta vendimia, a su vez, Amaram manifestó que con el desarrollo de su emprendimiento de galletas, aprendió que la vida no es fácil, estimulando su desarrollo en el trabajo.

En este contexto, Giovanny destacó que aprendió cómo se desarrolla un negocio y todas las partes que lo conforman, además de que manifestó sus deseos de continuar con la venta de quesillos, de lo que se trataba su proyecto.

ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo

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