El viaje inspirador de Katiravan Subarayan por el mundo

En un mundo lleno de desafíos ambientales, es inspirador saber de la existencia de personas comprometidas con la conservación de la naturaleza y la promoción de un futuro sostenible, a tal punto que no le importen las fronteras ni el idioma, solo un deseo de sentir que se puede hacer algo por el planeta.

El viaje inspirador de Katiravan Subarayan por el mundo. FOTO: CORTESÍA

Este es el caso de Katiravan Subarayan, un hombre de 63 años que ha emprendido un viaje en su motocicleta por el mundo, sembrando árboles y enseñándole a todos a su paso la importancia de conservar los espacios naturales y por su puesto, Venezuela estaba en su lista.

En su recorrido por el país, Aragua fue uno de sus destinos, donde también dio a conocer su iniciativa única y su mensaje esperanzador que no ha pasado desapercibido, dejando una huella imborrable en la comunidad y en los esfuerzos de reforestación en la región, sobre todo, luego de los incendios forestales que atentaron contra el pulmón vegetal.

Durante su paso por el estado, Katiravan Subarayan tuvo la oportunidad de visitar los viveros forestales de Conare, donde participó activamente en la siembra de Araguaney, el árbol nacional de Venezuela. El conservacionista compartió sus conocimientos con grupos pro ambientalistas que estuvieron allí presentes, intercambiando experiencias.

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Más detalles sobre el inicio de un gran proyecto

Subarayan empezó su travesía el 2 de enero de 2023 en la capital de Malasia, Kuala Lumpur, ya que cuando llegó a los 60 años, se cansó de trabajar como ingeniero eléctrico, así que vendió algunas propiedades en su país e inició este recorrido para llevar un mensaje de conciencia sobre el calentamiento global.

Desde que comenzó su proyecto sembró 72 árboles, de los cuales seis se sembraron en Venezuela y mencionó que ya ha visitado países como Indonesia, Australia, Japón, Rusia, Finlandia, EEUU, México, Cuba, Jamaica, Belice, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Colombia, entre otros.

En su llegada a Venezuela, siempre hizo énfasis en que no vino a tocar ningún tema político, sino que llegó como un turista y un embajador más del clima y luego de conocer esta tierra, también quiere ser «un embajador de este país», compartiendo la experiencia maravillosa que ha tenido en este territorio.

«Las personas que he conocido me han ofrecido hospedaje, comida, hasta lavarme la ropa y nadie me ha cobrado por eso, estoy encantado de Venezuela y la hospitalidad del venezolano», expresó el malayo.

El malayo encontró un propósito de vida y es llevar un mensaje de conservación a todo el mundo.

El mensaje

En cuanto a su experiencia de vida y todos los kilómetros recorridos, quiso dirigirse a todos los moteros que andan por el mundo y a toda persona que pueda interesarle este mensaje, que planten árboles para ayudar a la naturaleza y combatir el calentamiento global.

«Cada vez que termines una meta en tu vida, te gradúes, te cases, tengas un bebé o construyas una casa, siempre trata de plantar un árbol, porque por cada árbol que siembres, cada una de sus ramas, causarán una sombra que refresque el ambiente y producirá oxígeno», comentó el viajero.

En otro orden de ideas, el extranjero mostró especial emotividad al hablar de los incendios forestales que causaron tanto daño en Venezuela, en especial en el estado Aragua y comentó que incluso, pudo visitar algunas zonas afectadas y esto le generó especial tristeza.

Sin embargo, lo llenó de esperanza ver todo el trabajo que se está realizando y el esfuerzo por replantar todas las áreas deforestadas.

«Estoy muy feliz porque en Colombia y en Venezuela he visto que están enseñando a los niños para que sean concientes sobre el calentamiento global y la necesidad de reforestar», señaló.

En cuanto al vehículo que utiliza, una motocicleta BMW, aseguró que tomó esta decisión porque debido a su edad, considera que no tiene mucho tiempo para hacer este recorrido en bicicleta, así que el vehículo más amigable con el ambiente que podía utilizar fue este.

A modo de acotación, mencionó que en el año 2018, durante un viaje por Asia, visitó Bután y las autoridades de este país midieron el funcionamiento de su motocicleta, y las emisiones de carbono de la misma eran bastante bajas.

Este turista también ha quedado maravillado con la calidez humana del venezolano

«Lo juro por Dios»

Dicho todo esto, este especial visitante, no quiso despedir la entrevista sin destacar una y otra vez que este país y su gente lo han dejado maravillado, pese a todos los comentarios negativos que había recibido previo a su visita. «Lo juro por Dios que estoy diciendo la verdad», exclamó.

«Al principio tuve algunas precauciones porque me habían hablado muy mal del país, así que pensé quedarme una semana y ya tengo más de 15 días y me siento muy feliz aquí. Estoy siendo honesto, la experiencia en Venezuela ha sido maravillosa, me han tratado muy bien, me agrada el venezolano. Desde que llegué solo he publicado cosas positivas en mis redes sociales porque es lo que he vivido», finalizó.

A través de su viaje en motocicleta, Katiravan Subarayan ha tocado los corazones de muchas personas, recordándonos que cada acción, por más pequeña que sea, puede marcar la diferencia en la protección de nuestro planeta. Su visita a Aragua ha sido un testimonio viviente de cómo la pasión y el compromiso pueden unir a comunidades enteras en pro de un objetivo común: garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.

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