Nuestro cuerpo avisa de diversas maneras

«Como bien sabemos, las redes sociales han impactado nuestras vidas de diversas formas, para algunos ha resultado más factible que para otros, claro está. Desde hace un tiempo, conocí una aplicación que me ayudó y estoy segura ha cambiado mi vida.

Nuestro cuerpo avisa de diversas maneras. FOTO: CORTESÍA

La ansiedad es algo que no todo el mundo se toma en serio y con lo cual a muchos nos ha tocado lidiar.

Llegué a sentirme mal cuando no tenía el celular conmigo, me sentía incómoda en lugares en los que no debía estar. Me afectó física y mentalmente, drásticamente la salud comenzó a deteriorarse.

Empecé a adelgazar más rápido y en mi cara empezaron a salir brotes, y es que nuestro cuerpo avisa de diversas maneras y el mío ya no podía más. Hubo una ocasión en la que me tocó salir de casa y no me sentía bien, cuando me encontraba sola, mi cuerpo se desvaneció, me recuperé, pero no busqué ayuda al momento.

No comía y ni siquiera dormía por el estado de apego que sentía en aquel entonces con el móvil, situación que me llevó a buscar ayuda profesional -en lo psicológico – porque realmente no era algo saludable para mi vida; la ansiedad era al 100 por ciento.

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Más detalles sobre las diversas formas que nos avisa el cuerpo

Con terapias, con mucha voluntad, el porcentaje de incertidumbre comenzó a disminuir. El control del celular comenzó a funcionar mucho mejor, es decir, ya la sensación de no tener el equipo junto a mí no me ocasionaba un efecto de desespero. Mi equilibrio mental se ajustaba a la realidad; mis pensamientos contrarios a las redes sociales se activaban, por lo que ganaba tiempo para cumplir con mis quehaceres, junto a mi familia, así como llevar adelante las responsabilidades universitarias, incluso, me permitió ocuparme en esos lapsos que me llevaron a participar en un evento de belleza local (reinado de las Ferias de San José 2024).

El sentido de velar por mí, además del respaldo profesional, también me motivó a buscar ayuda en las propias redes sociales. Tal vez de lo malo (por su uso desproporcionado) saqué lo bueno, y fue así como encontré la aplicación Rootd.

Dicha app tiene su función en cómo reconocer una crisis de ansiedad, incluso de pánico. Ofrece una variedad de actividades para tener confianza en uno mismo, ejercicios de respiración y meditación que más adelante se transforman en fortalezas para el convivir dentro de las redes, tanto, de las sociales, que aparecieron cuando el hombre sintió la necesidad de interrelacionarse, como las digitales, que devinieron con la mundialización, llamada también por los expertos, globalización.

Siempre hay una luz al final de túnel y nunca es tarde para buscar una salida a los problemas. Al detectarse un problema de inmediato debemos conversar con nuestros seres más cercanos, porque guardárselos, al final, puede ser muy peligroso».

HÉCTOR BRICEÑO| elsiglo

MG