Casi dos semanas de choques internos en la provincia oriental siria de Deir al Zur entre la alianza liderada por kurdos Fuerzas de Siria Democrática (FSD) y sus aliados árabes provocaron el desplazamiento de unas 50.000 personas a áreas controladas por el Gobierno sirio, dijo hoy la ONU.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló en un informe que la violencia, que estalló el pasado 27 de agosto y se alargó hasta el 8 de septiembre, provocó el desplazamiento de unas 6.500 familias, mientras que estima que los combates dejaron 200.000 afectados.
Gran parte de los desplazados huyeron a áreas controladas por Damasco, puesto que el río Éufrates divide Deir al Zur en dos: la orilla este está controlada por las FSD y la oeste por el Gobierno sirio.
Según informaciones de la agencia de la ONU, al menos 96 personas perdieron la vida durante los enfrentamientos, entre ellos un menor, mientras que otras 106 resultaron heridas.
Asimismo, gran parte de los servicios básicos de la provincia se vieron afectados por las hostilidades, lo que provocó una acuciante escasez de medicamentos, equipos móviles, alimentos o agua, de acuerdo con la OCHA.
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Combates armados internos en Siria
Los combates en Deir al Zur estallaron el 27 de agosto, después de que las FSD arrestaran a un líder de un clan árabe al que acusaron de colaboracionista de Damasco y de narcotráfico, entre otras cosas, lo que provocó la reacción de algunas tribus árabes aliadas de los kurdosirios.
Sin embargo, la alianza kurda -principal aliado de Estados Unidos en Siria- negó que se tratara de un conflicto interno y acusó a “células” del grupo terrorista Estado Islámico (EI), a “combatientes intrusos” y a “elementos” del Gobierno sirio de infiltrarse para “crear sedición”.
Tras una amplia campaña, las FSD lograron retomar todas las aldeas con presencia de combatientes árabes e iniciaron una serie de conversaciones con las tribus árabes para esclarecer lo sucedido y amnistiar a los detenidos.
Desde que las FSD se hicieron con el control de la orilla oriental de Deir al Zur tras derrotar territorialmente al EI en 2019, varias tribus árabes han denunciado cierta discriminación de los kurdosirios relacionada con las oportunidades laborales y con el reparto de ingresos procedentes de los yacimientos petroleros de la zona.
Los combates hicieron saltar las alarmas de las agencias de la ONU y, sobre todo, de Estados Unidos, que indicó que la violencia estaba afectando la lucha contra el EI en Siria.
EFE
JAS
