A pesar de la situación económica que se vive en la actualidad, algunos negocios dedicados a la venta de desayunos han reportado un leve movimiento comercial, asegurando que, aunque muchas personas han reducido sus gastos en comida, todavía hay quienes se dan el gusto de comer en la calle.
Y es que los vendedores de la entidad han tenido que enfrentar dificultades debido al alto costo de los ingredientes. Algunos han logrado mantenerse a flote, gracias a la fidelidad de sus clientes y a su capacidad para ofrecer productos de calidad a precios razonables, mientras otros solo bajaron su santamaría.
PRECIOS VARÍAN
En cuanto a los precios de los desayunos, varían dependiendo de la zona y del tipo de comida que se ofrezca. Un desayuno sencillo puede costar alrededor de 1.5 dólares, mientras que el más costoso puede llegar a los 5 dólares. En este contexto, las empanadas siguen siendo la opción más popular entre los consumidores y son las más solicitadas.
En este sentido, Carlos Kristek, vendedor, aseguró que los negocios de este estilo que hoy día se mantienen a flote porque cuentan con una cartera de clientes fijos que buscan una alternativa rápida y económica para alimentarse.
“Las cosas han cambiado, no es como antes, lo poco que se vende es a los clientes fijos. Las horas de trabajo cambiaron, ahora son menos porque hay menos clientela”, expresó.
Asimismo, destacó que las ventas también varían dependiendo de la opción o propuesta de cada negocio, ya que algunos vendedores han tenido que aplicar “combos” para no quedarse con la mercancía fría.
“Es relativo, si vas a un centro comercial una empanada tiene un costo de 35 Bs. por ejemplo en mi local tiene un valor de 25 Bs. más un jugo natural, eso le gusta a la gente porque se ahorran algo de dinero ante esta crisis que se vive actualmente”, precisó.
“ABRIMOS PARA NO PERDER EL PUNTO”
Por otro lado, Juana Domínguez, quien lleva más de 20 años laborando en el ramo gastronómico tradicional, afirmó que en su negocio las ventas han estado bajas, pues el bajo poder adquisitivo de las personas no le permite darse un gusto en la calle, sin embargo, le toca abrir el local a diario “para no perder el punto”.
“Hay días en los que se vende algo, otros días es difícil porque me quedo con toda la mercancía en el mostrador. Toca abrir para no perder el punto, la gente sabe que aquí se venden desayunos, arepas y empanadas y a veces vienen a comprar”, recordó.
A su vez, enfatizó que aunque la situación no es fácil, como emprendedores demuestran las ganas, el esfuerzo, pero sobre todo la dedicación de mantener firme su negocio, incluso en tiempos difíciles.
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“No nos queda de otra, es nuestro negocio y cerrar no es opción. La idea es irse reinventando y ofrecerle al público nuevas opciones adaptadas a cada bolsillo, así generamos algo de ingresos y podemos seguir laborando”, finalizó.
HERNÁN GONZÁLEZ | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
YN
