Artistas venezolanos conmemoraron a César Rengifo, dramaturgo venezolano que destacó en los ámbitos de la pintura y la dramaturgia y quien dedicó gran parte de su vida a mostrar la realidad de los pueblos originarios, los campesinos y los obreros de Venezuela a través de sus obras artísticas y es por amplia trayectoria que desde el 2012, en su honor, se celebra el Día del Dramaturgo cada 14 de mayo.
Este domingo, artistas venezolanos recordaron a Rengifo, por su natalicio y por esta celebración que no muchos conocen, pero que simboliza el reconocimiento de aquellos que plasman en papel grandes obras que significarán un aporte indiscutible para realzar el arte de este país.
DISTINTAS MANIFESTACIONES
Por el suelo aragüeño han pasado infinidades de artistas de amplia trayectoria en las distintas manifestaciones, que han llevado el arte a todos los rincones de nuestro país e incluso fuera de nuestras fronteras patrias, es por eso que no podríamos dejar de mencionar al actor, dramaturgo, poeta y eterno soñador, Rubén Darío Gil.
En una oportunidad, Gil declaró en exclusiva para el diario elsiglo, minutos previos a un conversatorio de dramaturgia en las instalaciones del Teatro de la Ópera de Maracay, al cual definió como «un reencuentro conmigo, la ciudad, el arte y los artistas. Una experiencia mística interior mía con una ciudad a la que le agradezco la oportunidad de haber crecido como artista y después de 30 años regresar, sabiéndome que algo aprendí del mundo».
El maestro confirmó que, según su experiencia artística en todo el territorio nacional, «Maracay siempre ha sido una gran cantera a nivel cultural, porque la gente de aquí es arrogante y orgullosa y eso no es malo, porque si no crees en lo que tú haces para dónde vas. El maracayero, ante las dificultades dice, aquí surge lo mejor a pesar de las limitaciones’, porque sabemos que la peor limitación es la limitación del alma», puntualizó.
LA MUJER EN LA DRAMATURGIA
Cuando se habla de la dramaturgia, muchas personas asocian este arte a personajes masculinos, sin embargo, las mujeres cada día van reclamando su lugar histórico, demostrando sus capacidades y el hecho de que siempre han estado allí, aunque muchas veces han sido invisibilizadas.
Por el suelo aragüeño han pasado grandes dramaturgas que incluso en la actualidad siguen creando, como en el caso de la dramaturga, directora de teatro y activista feminista catalano-venezolana, Lali Armengol, quien afirmó que aunque le agrada que se celebre el día del nacimiento de César Rengifo como Día del dramaturgo venezolano, es una celebración demasiado reciente que incluso ella misma reconocía.
«Leí que César Rengifo dijo que creía en el arte en función de humanidad. Su valiosa y comprometida obra lo atestiguan y además es considerado el padre la dramaturgia venezolana contemporánea y supongo que la madre también, porque las dramaturgas en general y en particular, no están en las mismas páginas que los dramaturgos, ni han tenido el mismo espacio ni el mismo tratamiento», comentó Armengol.
CORPUS BIBLIOGRÁFICO
En vista de esta apreciación, la dramaturga argumentó que en la Bibliografía del Teatro Venezolano, de José de la Cruz Rojas Uzcátegui y Lubio Cardozo, en el corpus bibliográfico que abarca un largo período, desde 1801 al 1978, aparece un total de 477 autores y autoras, entre los cuales mencionan sólo a 28 autoras.
«Cuando hablamos de dramaturgia, o el rol de las mujeres en la dramaturgia, habría que responder inicialmente a varias preguntas, por qué no habíamos escrito antes, o por qué la producción teatral masculina es infinitamente mayor que la femenina, qué estaba pasando con nuestras vidas y nuestra imaginación creativa que no escribíamos, dónde estábamos, qué o quiénes nos lo impedían, por qué las mujeres que han escrito no figuran en ninguna parte, en las antologías nombran a alguna de muestra y hay que emprender tareas de investigación para hacerlas visibles», aseveró la dramaturga.
Ante la necesidad de responder a estas interrogantes, Armengol asegura que desde su visión, hablar de la creación dramática «o de la historia del teatro homosocial, es una cosa y revelar la participación de las mujeres o el rol de las mujeres en la dramaturgia y en la escena es otra historia diferente, porque está sumida y subsumida en la historia oficial – universal- desde la racionalidad patriarcal que rige la historia y el pensamiento y los actos de encubrimiento o simulación que se desprenden de ella. En ese estar sin estar o peor, como si estuviéramos, ha servido para que por mucho tiempo no pudiéramos advertir el escenario histórico».
GENERACIÓN DE RELEVO
Además de los grandes exponentes de la dramaturgia que muchos ya conocen, la Ciudad Jardín tiene la virtud de tener entre sus hijos, jóvenes con deseo de estudiar, seguir aprendiendo y seguir creando, como en el caso de Carlos Rengifo, quien durante una época de pandemia, decidió certificarse con la Compañía Nacional de Teatro como dramaturgo, por un sueño que lo perseguía desde hace mucho, de poder plasmar sus propias historias.
«Existe una generación de relevo que está creando, porque lo más difícil es escribir para engavetar, en cambio nosotros estamos creando y haciendo, viendo lo que escribimos en las tablas y esa necesidad de expresarme en el mundo teatral, fue lo que me llevó a los talleres de dramaturgia de Rodolfo Santana», relató Rengifo.
EXPRESAR Y LLEVAR UN MENSAJE
El joven dramaturgo afirmó que la oportunidad de escribir para producir sus propias obras ha sido maravillosa, porque todas esas historias las considera parte de él. «Los artistas enfrentan sus miedos, tristezas, alegrías, sueños, todo a través de su arte, por eso nosotros lo hacemos a través de la pluma y la intención es expresar, criticar, llevar un mensaje, que siempre y cuando sea positivo, creo que estamos haciendo lo correcto», continuó.
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Entre las obras que han nacido de su inspiración, hasta ahora ya han cobrado vida «Psicophrenia», «Muerto de amor», «Borrachas y despechadas» además de dos piezas infantiles que son: «Las Aventuras de Pancho» y «El Mágico Taller de Santa».
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
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