Le arrojaron agua caliente  a una gata y la lanzaron desde un edificio

Este abominable hecho sucedió en horas del mediodía,  cuando le arrojaron agua caliente una gata que recién había dado a luz y después la lanzaron desde un edificio, falleciendo de manera instatánea, específicamente en una zona conocida como Longaray.

El animal, que deja a dos crías pequeñas; entró equivocadamente a un apartamento que no era el que habitualmente frecuentaba y fue expulsada de forma brusca del inmueble.

Primero le lanzó agua caliente

El asesino habría sido un adolescente, quien arrojó agua caliente al felino, quien además, lo lanzó al vació desde un piso 11 al sur de la capital venezolana.

El ejemplar habitaba en el piso de arriba, donde había dejado a sus cachorros minutos antes de ingresar a la vivienda con desenlace fatal.

Vieron la gata caer

Testigos del hecho, tanto en el interior de las residencias como desde abajo, lograron grabar un video donde lastimosamente se observa a la gata caer.

Hechos como este hacen reflexionar, sobre el bienestar animal, es necesario profundizar sobre las leyes que promueven el derecho a la vida de los seres vivos, su protección para la convivencia con los seres humanos.

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Residentes de la estructura relatan que ya este tipo de maltratos contra la gata se denunciaron con anterioridad, pero no hubo respuesta de las autoridades.

Antes de proceder con la denuncia del maltrato a un animal es importante contestar a las siguientes preguntas, ¿Que está ocurriendo realmente?, ¿Dónde?

El artículo 25 de la Ley para la Protección para la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio establece como instancias competentes a los Consejos Comunales.

La autoridad parroquial o los jueces de paz en primera instancia y las Oficinas o Unidades de Gestión Municipales destinadas a la protección animal.

Los casos de crueldad, maltrato grave, lesiones que causen la muerte o inutilicen a un ejemplar de fauna  están contemplados en los artículos 478 537 del Código Penal.

En los demás casos, la primera instancia para acudir es la Policía Municipal. Pero desgraciadamente, la mayoría de los agentes desconocen su ingerencia en el caso y en una salida del asunto dirán que se dirijan a otro lado.

Seguramente le darán un número de teléfono, una dirección que suponen que será la adecuada o los remitirán a la guardia nacional u otro organismo más lejano. Si le siguen la corriente a esto, lo más probable es que se termine yendo del “timbo al tambo” hasta que no queden ganas de continuar.

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