Una comitiva del Ministerio de Economía argentino partirá este lunes a Washington para negociar la aprobación de la tercera revisión de este año del programa con el FMI, con el foco puesto en conseguir el correspondiente desembolso de 5.800 millones de dólares antes de fin de año, informaron a EFE fuentes oficiales.
Comitiva argentina viaja a Washington
La delegación argentina que encabeza el viceministro de Economía y secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, se completa con el jefe de Asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur; el secretario de Finanzas, Eduardo Setti; el subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo, y el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Marco Lavagna.
La revisión trimestral forma parte del programa de facilidades extendidas (EFF) que el Ejecutivo argentino y el FMI sellaron a finales de marzo para refinanciar un préstamo de más de 45.000 millones de dólares concedido en 2018.
Funcionarios del FMI
La comitiva argentina también debatirá con los funcionarios del FMI el “contexto macroeconómico en el mundo” y el “impacto en la economía argentina”, según indicaron las fuentes, ya que el Gobierno argentino calcula que la guerra en Ucrania generó pérdidas al país suramericano por unos 5.000 millones de dólares.
La economía argentina atraviesa desequilibrios macroeconómicos que se reflejan en una inflación del 88 % a octubre pasado, por lo que el FMI corrigió al alza la proyección de inflación para 2022, hasta un rango de 90-100 %, y la de 2023, al 55-65 %.
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El personal técnico del Fondo y las autoridades argentinas acordaron que los objetivos establecidos en la aprobación del acuerdo “permanecerán sin cambios” hasta 2023, incluidos los relacionados con el déficit fiscal primario (2,5 % del PIB en 2022) y las reservas internacionales netas (5.800 millones de dólares para este año).
El ministro de Economía, Sergio Massa, repitió el viernes pasado que Argentina va a “terminar el año cumpliendo la meta de 2,5 %” de déficit primario y va a “cerrar el año cumpliendo la meta de acumulación de reservas”, que son parte de los compromisos con el FMI, al lanzar una segunda versión del llamado “dólar soja” que le permitirá elevar la recaudación y captar divisas.
