Problemas de Piñonal parecen nunca terminar

Los habitantes de la comunidad de Piñonal ubicada en el municipio Girardot del estado Aragua, mencionaron que al parecer los problemas que los afectan son de nunca terminar, ya que aunque fue resuelto el problema de las aguas residuales, las calles quedaron en muy mal estado.

Problemas de Piñonal parecen nunca terminar - elsiglo  1
En este estado se encuentra la calle Manuel Morales

Al respecto, Margarita Díaz, vecina de la comunidad, destacó que en días pasados autoridades de la Alcaldía de Girardot e Hidrocentro, estuvieron en la comunidad para resolver los problemas de aguas residuales.

“Estamos agradecidos ya que el desbordamiento de las aguas residuales nos tenían locos y padecimos de ellas durante muchísimo tiempo, pero luego que hicieron la sustitución de colectores, las calles quedaron muy mal y algunas casi intransitables”, manifestó Díaz.

De igual forma, resaltó que en la calle Manuel Morales están iniciando los trabajos, por lo que hicieron el levantamiento de toda la capa asfáltica, “lo que nos preocupa como vecinos es que no han colocado ninguna señalización en la zona, esta esa cantidad de escombros en el medio de la calle, y tememos que ocurra un accidente”.

Problemas de Piñonal parecen nunca terminar - elsiglo
Debido a los trabajos que se ejecutan así se encuentran las calles de Piñonal

Mencionó que en la zona transitan muchas personas que no hacen vida en la comunidad, “los que vivimos aquí ya sabemos, pero imagínese que llegue alguien que desconozca del problema, por ahora lo que solicitamos es que los trabajos sean culminados a la brevedad y en caso de no ser así se tome alguna medida para señalar las obras”.

Te recomendamos: Vecinos de las Acacias y Piñonal solicitan recolección de basura

Por último, los vecinos de la zona hicieron un llamado al alcalde Rafael Morales, ya que esperan que no se tarde mucho tiempo para colocar la capa asfáltica, señalando que en la zona viven muchas personas de la tercera edad y temen que el polvo pueda enfermarlos.

MÓNICA GOITIA | elsiglo