Los reportes de diferentes organismos policiales y militares de Chile y Perú, así como de medios de difusión, dan cuenta que bandas delictivas conformadas desde Venezuela ha intensificado “el drama de la inseguridad y violencia”, situación que se ha recrudecido en los últimos dos años.
Las estadísticas son puntuales, en el que subrayan que tres Grupos Estructurados de Delincuencia Organizada (GEDO) -como son denominados en territorio venezolano- se han encargado de sembrar el terror en esas naciones. Ellos son, el “Tren de Aragua”, “Gatilleros de La Guaira” y “Dinastía Alayón”.
Las informaciones policiales no ocultan los índices delictivos con sello de su gentilicio, como también de otras organizaciones foráneas, pero dejan claro, que con la llegada de delincuentes venezolanos pertenecientes a estos GEDO, el accionar hamponil se disparó.
Perú, por el momento, es el país donde más se han reportado casos que dejan constancia por lo que vienen pasando desde el ingreso de dichos grupos venezolanos, especialmente en Lima, aunque ya tienen células en otras localidades.
El diario peruano La República presentó un documento de inteligencia del Ministerio del Interior de ese país, donde se advierte “la llegada de delincuentes extranjeros con tres objetivos criminales: copar puntos de expendio de droga en las principales ciudades, manejar trata de personas dentro del negocio de la prostitución y extorsión, y perseguir a sus archienemigos”.
En su resumen destaca el periódico, el “Tren de Aragua”, “Gatilleros de La Guaira” y “Dinastía Alayón” son tres de las 20 bandas delictivas que pugnan por el control de amplias zonas para expandir sus negocios ilícitos.
Puntualiza que “según la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional Peruana, estos grupos de origen venezolano “son de las más temidas bandas extranjeras”.
“Se caracterizan por su extrema violencia”, exponen, resaltando que están implicados en diversos delitos: “homicidios por encargo, robos, secuestros, trata de personas para explotación sexual y extorsiones”.
En relato de un oficial de la Dirincri se evidencia el perfil de los antisociales de estas bandas, que expuso, “de acuerdo con las pericias basadas en entrevistas de psicólogos forenses, a los sicarios se les define como personas de tipo antisocial, con conductas inadecuadas con su entorno, irreflexivos e indiferentes al dolor ajeno debido a la violencia social vivida en su país”.
“El consumo constante de drogas los hace hiperactivos criminales, capaces de coger un arma u otro objeto y asesinar. Además, tienen un perfil oculto para desaparecer cuerpos, sometiéndolos a torturas y grabando escenas para difundir y crear temor”, comentó.
“En términos de lucha contra el crimen estamos trabajando en coordinación con la policía venezolana y chilena, y las investigaciones han dado resultados”, citó el diario a un oficial de la División de Homicidios de la PNP.
En este sentido, la policía peruana también ha aumentado sus operativos. En consideración a ello, han capturado un número importante de delincuentes que no son peruanos; las cifras INPE recalcan que han detenido 3.034 extranjeros (2.797 son varones y 237 mujeres), de los cuales 70 están por homicidio calificado (presos 63 varones y 7 mujeres).
PERIODISTA CHILENA
A comienzos de este mes se conoció la novedad que la periodista chilena Carolina Herreros Yrarrázaval recibió una llamada vía WhatsApp por un sujeto que se identificó como Valentín Santana presuntamente de la banda delictiva el “Tren de Aragua”.
A través de redes sociales, la comunicadora informó lo ocurrido, asegurando que un hombre la amenazó con “ejecutar a toda su familia y para que ese crimen no sucediera tenía que hacer una donación a la Fundación Mundo Sonrisa, que presuntamente se encarga de ayudar a personas con adicciones a las drogas y alcoholismo en Chile”.
Contó que quien la llamó, sabía dónde vivía, su nombre, el de su esposo y su hijo. Expuso la periodista que el sujeto le comentó “que habían unas personas en una camioneta afuera de la casa con un sobre amarillo con información mía, fotos, videos y un pendrive”.
“Le volví a preguntar por su nombre y me dijo que se llamaba Kevin Ruiz, cambiando la identidad; me dijo que la única forma de salvar a mi familia era que yo hiciera un abono voluntario a la fundación Mundo Sonrisas”, describió.
Ella intentó grabar la conversación, pero el nerviosismo no la dejó. Especificó que le siguió el juego al sujeto y le pidió el monto de la supuesta donación, a lo que el hombre le respondió “es voluntario, lo que salga de su corazón”.
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Herreros propuso darle “100 palos” y el individuo reaccionó con un “¿Me estás jodi….?”. Seguidamente le ofreció “20 lucas”, circunstancia que molestó a quien realizó la llamada, manifestándole que “él no aceptaba limosnas”.
Carolina cortó la llamada, pero alcanzó a escuchar que cumplirían la orden de matar a su familia. Afortunadamente nada ocurrió; Herreros afirmó que trataron de engañarla para estafarla.
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