El presidente de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, se reunió este domingo con varios representantes diplomáticos occidentales en Colombo tras la condena internacional que suscitó el violento desalojo de manifestantes que las fuerzas de seguridad efectuaron el viernes en la Secretaria Presidencial.
Presidente de Sri Lanka
Durante la reunión, el dirigente esrilanqués afirmó a varios diplomáticos que su Gobierno estaba «comprometido con la defensa de los derechos de reunión pacífica y no violenta», según un comunicado de prensa de su unidad de medios, que no ofreció más detalles sobre los representantes que asistieron.
Sin embargo, Wickremesinghe precisó que los manifestantes que ocuparon el edificio presidencial y se negaron a abandonarlo incumplían la ley, al interferir con el propósito para el que se diseñó la propiedad.
Los manifestantes irrumpieron en la Secretaría Presidencial el pasado 9 de julio, obligando al entonces presidente, Gotabaya Rajapaksa, a abandonar la isla y a dimitir días después.
Botín de manifestantes
El edificio fue tomado como botín por los manifestantes y convertido en biblioteca, pero la madrugada del pasado viernes una violenta operación policial, con la ayuda del Ejército, logró recuperar la propiedad tras casi dos semanas.
La violencia de las autoridades suscitó la condena de varios países y organizaciones internacionales, como Estados Unidos, Reino Unido o la ONU, y trajo por sorpresa a los manifestantes, que habían acordado abandonar voluntariamente la Secretaría ese mismo día.
También acusaron a las fuerzas de seguridad de intentar desmantelar el principal campamento de las protestas, ubicado enfrente del edificio, un extremo que rechazó ayer la Policía durante una conferencia de prensa.
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Medidas a tomar
En este sentido, Wickremesinghe informó a los diplomáticos «sobre las medidas que están tomando para garantizar que las protestas no violentas puedan continuar dentro de la ciudad sin poner en peligro la propiedad o la vida», agregó el comunicado.
Para ello, aseguró que el Gobierno ha puesto a disposición otras instalaciones en Colombo para protestas no violentas, como un teatro al aire libre o varios parques esparcidos por la ciudad.
La Acampada
La acampada, que se erigió en abril como el epicentro de las protestas contra Rajapaksa, cada vez alberga a menos manifestantes, que perdieron las esperanzas de lograr un cambio tras la investidura de Wickremesinghe.
Sin embargo, todavía se mantienen en ella decenas de personas y varios de sus líderes informaron este domingo en una conferencia de prensa que seguirán oponiendo resistencia y reclamando la renuncia de Wickremesinghe desde el campamento.
Fuente:EFE
