Vender «cafecito» es una opción para «sobrevivir»

La sensación sobre una prolija recuperación de la economía venezolana no es suficiente para que los venezolanos y las venezolanas se relajen y se queden dormidos en los laureles; por el contrario, se la ingenian para evitar que la inflación les arrope por completo, visualizando -para ir más allá de la imaginación- que la situación va a cambiar para mejor.

La venta de café es una forma de ganarse la vida sanamente

De los tantos emprendimientos coyunturales, sigue siendo uno el más repetitivo, que si bien, no es una primicia dentro de una gama de iniciativas, es la que ha ofrecido más oportunidades para mantenerse en el tiempo, o dicho en otras palabras, «es una opción `para sobrevivir a la crisis».

La venta de «cafecito» es una alternativa que prolifera periódicamente; expender «el negrito» es uno de esos «empleos informales» que ha permitido «rebuscarse» para llevar sustento a los hogares.

Euro Fernández tiene su puesto en las afueras del Terminal de Maracay, por la avenida Constitución. En ese sitio, lleva cerca de cuatro años y asegura el «Don» que con la venta del cafecito le ha ido bien desde que montó su puesto.

«Uno tiene días buenos y otros malos. El negrito lo traigo todos los días para expender, bien calientito, sabrosito y a un precio accesible para el cliente», apuntó.

Euro Fernández

Resaltó que ofrece el vasito a Bs. 1.5 y que en ocasiones, en un día, sale rapidito de dos termos (que tienen capacidad para 30 vasos pequeños Nº 17).

«A mi me ha ido bien, no me quejo. Me paro bien temprano y junto a mi hija monto el café y cargo los termos. No me quejo, porque siempre queda algo», aseveró Fernández.

Américo Perdomo, el popular «Chino» es conocido por su «cafecito». «Tengo como cuatro años aquí adentro en el Terminal, todos me conocen, porque vendo el más gustoso café», puntualizó.

Comentó que el vaso del «negrito» (Nº17) lo ofrece en Bs. 2,0. «Me paro bien temprano y en ocasiones logro salir de 4 termos. Mis principales clientes son los conductores», acotó.

Enfatizó que su venta se debe a la constancia, porque hay que «patear la calle». «Los clientes llegan solos, muchos de ellos, buena paga, otros no tan buenas, pero aquí estamos. Esta ha sido una de mis mejores opciones de trabajo para salir adelante ante esta crisis que nos tocó a todos», añadió.

Américo Perdomo

Perdomo dijo que los transportistas son sus mejores clientes, aunque -indicó – hay viajeros que llegan preguntando por el «Chino» y su café. «El precio del negrito está muy por debajo a la realidad del país, pero mientras pueda ofrecerlo así, no lo aumentaré», manifestó, subrayando que el café en polvo está caro, como el azúcar.

Raúl Maneiro, es otros de los vendedores que camina «parejo» dentro de las instalaciones del Terminal. Trabaja por turno, el primero, de 9:00am a 11:00am y de 12:00m a 2:00pm. «Vendo a Bs. 1,0 el vasito y en ocasiones salgo de hasta 4 termos. Sin vanagloriarme, pero diariamente saco ganancia hasta de 10 dólares».

«Hay quienes dicen que han bajado las ventas, pero eso nos motiva más a seguir caminando, los clientes están ahí, solamente hay que buscarlos», recalcó.

Raúl Maneiro

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Maneiro precisó que los buhoneros son los que más solicitan su café, por eso sus rondas son principalmente por los espacios que ellos frecuentan con regularidad. «Hay que dar opciones a los compradores, hablar bonito, ofrecer un buen café y las ventan se dan. Hay que buscar la manera de ganarse la vida sanamente y este es le negocio para iniciar un plan de vida, caminas mucho si, pero al final te puede dar dividendos que encerrados en la casa no se dan», finalizó el vendedor.

HBRI. | elsiglo