Funcionarios de la División de Investigaciones de Homicidios, a través de amplias pesquisas aprehendieron a tres personas por el secuestro y homicidio de un comerciante y un vigilante en la Autopista Regional del Centro.
Los individuos secuestraron a Hernán Ramón Gil Marrero (63), vigilante, y Moisés Manica Gomes (35), este último se desempeña como comerciante, herido.
Los hechos ocurrieron el 14 de septiembre del 2018 en el kilómetro 26 de la Autopista Regional del Centro, sentido Caracas, parroquia Los Teques, municipio Guaicaipuro del estado Miranda.
Mientras que los sospechosos responden a los nombres de Anderson José Acosta González (35), quien tiene registro policial por homicidio intencional y robo por grupo armado o disfrazado; Edward Julio González Martínez (37), por homicidio intencional y robo y Gilbert Gregorio García Bello (47), fueron identificados los delincuentes, quienes luego de intensas experticias técnico científicas y documentales, se logró determinar que fueron los autores materiales del caso.
Las investigaciones arrojaron que al momento del secuestro de Gomes (comerciante), Gil (vigilante del edificio), se percató de lo que estaba sucediendo e intentó evitar la acción, por lo que procedieron a llevárselo también en contra de su voluntad.
De inmediato, los organismos de seguridad fueron alertados por familiares de las víctimas e iniciaron las investigaciones y se efectuó un despliegue de seguridad en la zona de cautiverio. Éstos, al verse acorralados por los organismos de seguridad, decidieron sacar a sus víctimas en horas de la madrugada, hasta la localidad de Paracotos, donde los ejecutan de manera vil propinándoles varios disparos, con la intención de desvirtuar la zona donde operan.
Al ubicar a los homicidas, se produjo una intervención legal donde falleció uno de los antisociales identificados como Gilbert Gregorio García Bello (47), quien tenía registros por homicidio intencional y robo.
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En el procedimiento se colectó como evidencia el arma de fuego, utilizada en el homicidio del comerciante y el vigilante, una pistola Beretta 9 mm.
El Cicpc continuará con las investigaciones hasta ubicar y aprehender al autor intelectual, asimismo, las pesquisas arrojan que se trató de un homicidio por encargo.
El caso fue puesto a la orden del Ministerio Público para su procesamiento jurídico.
