Macron y Von der Leyen exigen el fin de la violencia en Kazajistán

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el jefe de Estado de Francia, Emmanuel Macron; hicieron este viernes un llamamiento conjunto al fin de la violencia en Kazajistán y dijeron que están dispuestos a movilizarse para aportar su ayuda.

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“Los derechos y la seguridad de los ciudadanos son primordiales y deben garantizarse. Llamo al cese de la violencia y a la retención”, dijo Von der Leyen en una conferencia de prensa con el mandatario galo; donde subrayó que la UE está preparada para “ayudar”.

Macron se expresó en esa misma línea: “Estamos a la vez preocupados y extremadamente vigilantes. Hemos instado a la desescalada. Estamos también dispuestos a movilizarnos para ser activos en este contexto profundamente nuevo”; dijo.

El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev; afirmó hoy durante un discurso a la nación que dio la orden expresa de “disparar a matar” sin previo aviso contra los manifestantes que vienen ocasionando graves disturbios los últimos días, a los que calificó de “bandidos”, si ofrecen resistencia a las autoridades.

Las protestas se desataron el pasado 2 de enero en respuesta al incremento de los precios del gas licuado, el principal combustible automotriz utilizado en esta nación centroasiática, pero derivaron en disturbios este martes y miércoles; con la toma de sedes administrativas y graves actos de vandalismo.

La reunión de Macron y Von der Leyen tuvo lugar después de asistir junto a los 27 comisarios europeos a una ceremonia de homenaje en el Panteón a Jean Monnet, uno de los fundadores de la Unión, y Simone Veil; presidenta de la Eurocámara entre 1979 y 1982, junto a miembros del Gobierno francés y de las familias de los homenajeados.

Esta visita es tradicional al inicio de cada presidencia rotatoria de la Unión y tras haber mantenido ayer una primera cena de trabajo en el Elíseo; esta tarde el colegio de comisarios se reunirá con los miembros del Gobierno francés y con representantes de la Asamblea Nacional y el Senado galos.

EFE