Escuelas en el Reino Unido comienzan a usar el reconocimiento facial

Nueve escuelas de North Ayrshire (Escocia) comenzaron desde este lunes a aceptar pagos por los almuerzos escaneando las caras de los estudiantes, alegando que el nuevo sistema de reconocimiento facial acelera las filas y es más efectivo para prevenir la propagación del covid-19 que los pagos con tarjeta y los escáneres dactilares.

reconocimiento facial
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La idea es que con esta tecnología de reconocimiento facial se pueda reducir al mínimo el contacto durante la pandemia, además de acelerar los tiempos en la entrega de los alimentos.

Tantos las escuelas como la compañía que desarrolla el sistema, CRB Cunningham, aseguraron que los sistemas resolverían los problemas de seguridad y privacidad.

Según la empresa, su hardware no utiliza el reconocimiento facial en vivo (escanear activamente a los grupos grandes) y lo comparó con plantillas de “huellas faciales encriptadas”.

Estos establecimientos ya usan lectores de huellas dactilares; por lo que la firma explica que se trata más bien de un cambio en la tecnología biométrica y no una nueva capa de seguridad.

Los encargados también temen que se produzcan fraudes con los PIN convencionales; por lo mismo incentivan este sistema, ya que el reconocimiento facial debería ser más seguro.

EL RECONOCIMIENTO FACIAL Y LA PANDEMIA

Las autoridades locales de Ayrshire aseguraron que 97 por ciento de los niños o sus padres habían dado su consentimiento para el uso de esta polémica tecnología.

Sin embargo; algunas organizaciones inglesas de derechos humanos han criticado esta medida: sostienen que el reconocimiento facial es arbitrario.

David Swanston, director gerente de CRB Cunninghams, la compañía que instaló el sistema; dijo a The Financial Times que el tiempo promedio de transacción se reduce hasta 5 segundos por estudiante.

Las autoridades de North Ayrshire informaron que el 97% de los niños o sus padres habían dado su consentimiento para el nuevo sistema.

Sin embargo; algunos progenitores dicen que no están seguros de que sus hijos hayan recibido suficiente información para tomar una decisión y sugieren que también podrían estar influidos por sus compañeros.

Además; los activistas a favor de la privacidad afirman que tras la introducción de la polémica tecnología en las escuelas los niños van a percibirla como algo normal y perderán su sentido de privacidad. 

EFE