Después de tres semanas hospitalizado, el músico argentino Santiago «Chano» Charpentier admitió este jueves que se recuperó «milagrosamente» del disparo de bala que recibió por parte de un agente policial a finales de julio, un suceso por el que estuvo internado en terapia intensiva varios días.
En un video grabado desde el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires el exvocalista del grupo Tan Biónica manifestó que en dicho hospital fue tratado «como nunca»; agregando que se siente «feliz» y que «lo mejor está por venir».
«Tengo que ponerme en primer lugar y curar mi adicción a las drogas, así que me estoy yendo a otro lugar a seguir con mi tratamiento, donde necesito muchísimo respeto, no solo por mí; sino por los compañeros que necesitan del silencio para poder seguir con el tratamiento de su enfermedad de adicción«, afirmó el músico.
El cantante también aprovechó para agradecer a sus fanáticos por los «carteles» y las «manifestaciones de afecto» que recibió en los últimos días.
«Ante cada uno de los momentos difíciles que tuve me puse a leer sus declaraciones de amor eterno. Yo también estoy para ustedes, los amo para siempre«;concluyó Chano.
Chano Charpentier y la versión policial
Según la versión policial, en la madrugada del 26 de julio el vocalista «se encontraba con brote psicótico como consecuencia de consumo de estupefacientes«, y tras agredir a su madre, Marina Charpentier; esta dio acceso a la Policía al interior de la vivienda familiar, donde el músico «se abalanzó» sobre un agente «haciendo uso de una cuchilla».
El policía, «ante dicho peligro real«, efectuó «un único disparo impactando en zona abdominal de Santiago Charpentier«; quien fue trasladado al Sanatorio Otamendi, donde fue operado de urgencia y permaneció internado hasta el día de hoy.
La versión policial no coincide con la de la madre de Chano; quien en declaraciones a los medios de comunicación locales afirmó que «no tuvo ningún brote psicótico» y que «en ningún momento atacó a nadie con ningún cuchillo«.
La Fiscalía imputó al policía responsable del disparo por el delito de «lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego y por ser funcionario policial»; que tiene una pena entre 3 y 15 años de prisión.