Cobra fuerza hipótesis del drama pasional en muerte de manicurista

Para las fuentes vinculadas en las investigaciones, la hipótesis del drama pasional sobre la muerte de Raimary Alejandra Estrada Rodríguez, de 26 años, cobra mayor fuerza.

Todos los elementos de indicio conducen a ese norte, según la información ventilada a los medios de manera extraoficial.

Al parecer, Estrada, de oficio manicurista y madre de tres hijos, quien residía en Ciudad Socialista Antonio Ricaurte del sector 6 de Caña de Azúcar, sitio donde ocurrieron los hechos en la noche del martes pasado, estuvo conviviendo con un sujeto que presuntamente la maltrataba física y verbalmente.

En medio de su rabieta, el presunto señalado desalojó a la fuerza a la mujer que residía en ese entonces en el apartamento y la echó a la calle. Ella soportó el silencio del maltrato físico.

Hace menos de un año, ese individuo, de quien se reserva su identidad por cuestiones de investigaciones, amenazó de muerte a Raimary Estrada, manifestándole lo siguiente: “Si te veo con otro hombre o me dicen por ahí que están saliendo, te mato”.

“No tendré compasión”, habría expresado la persona en su debida oportunidad.

Y tal afirmación de sentencia de muerte se cumplió a las 11:00 de la noche del martes, según las fuentes consultadas.
Se comentó además que el móvil del robo de un celular de alta gama, se descartó por completo. El equipo que cargaba en ese momento enviando mensajes de texto está en poder de los funcionarios del Cicpc.

Los sabuesos realizaron un vacío y consiguieron información valiosa que contribuirá a esclarecer los hechos de sangre.
También se dijo que el presunto homicida estuvo desde tempranas horas de la tarde y noche estudiando la zona, incluso se tomó un café. También dialogó con algunas personas del urbanismo.

Se dijo que los sabuesos manejan un posible apodo del presunto sicario. Las fuentes consultadas no revelaron el remoquete del homicida.

El caso está complejo, y este jueves en la mañana, las comisiones del Cicpc se trasladaron a la citada comunidad, iniciando las averiguaciones del caso.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo