Los churros son una de esas meriendas más apetecibles, untadas de chocolate, arequipe o leche condensada. Son la excusa perfecta para disfrutar y divertirse con los niños en una tediosa tarde.
La receta que se propone hoy es sumamente sencilla de realizar y se puede elaborar para niños con alergia al huevo. Para realizarla sólo se necesitan los siguientes ingredientes:
- 300 gramos de leche
- 200 gramos de harina
- 1 cucharadita de sal
- aceite para freir
- azúcar para espolvorear
y por supuesto, una buena taza de chocolate para acompañar.
Preparación
Previamente en una cazuela amplia se pone a calentar la leche con la sal hasta que rompa a hervir.
Retirar del fuego y añadir la harina de golpe removiendo y mezclando todo rápidamente, evitando que queden grumos. Se deja reposar esta masa cubierta con un paño o film de cocina durante sólo unos minutos porque al enfriarse endurece y es más difícil de trabajar. Ya está la masa preparada.
Se calienta abundante aceite de girasol o de oliva suave en una sarten honda a temperatura moderada.
Se coloca parte de la masa en la churrera en la que habremos colocado un disco de estrella. Se enrrosca y empuja el émbolo. A medida que se empuja va saliendo la masa del churro por el orificio, se corta a la medida deseada con un cuchillo o con el dedo y freímos en el aceite que no debe hervir para conseguir unos churros dorados por fuera y cocidos por dentro.
De no contar con una churrera se puede improvisar una forma de elaborarla, primero conseguir una bolsa gruesa y resistente, agregarle la masa y corta la punta de la bolsa un orificio pequeño que es por donde saldrá la masa en forma de churro.
Posterior a freír, se retira a una fuente en la que se ha colocado un papel de cocina para absorber el exceso de aceite y luego se procede a espolvar con azúcar.