Con dos disparos certeros «muy limpios», uno en la cabeza y el segundo en el pecho, transeúntes localizaron a primera hora de la mañana de este jueves el cadáver de una persona de sexo masculino en la carretera nacional que comunica entre Palo Negro y Magdaleno a la altura de la granja agrícola Punta Larga, específicamente en la zona conocida como «La Romana» de la jurisdicción de Libertador, zona limítrofe con el municipio Ezequiel Zamora del estado Aragua.
El cuerpo del individuo se ubicó a la orilla del tramo vial en sentido a la población artesanal, diagonal a «La Romana», sitio donde pesan los camiones cargados de mercancía y reses. Para el momento del hallazgo, la persona vestía una franela de color blanco, sin zapatos y pantalón corto, tipo bermudas, de tez morena, corte de cabello bajito y de contextura mediana.
Su cuerpo yacía sobre un charco de sangre. Ante ese escenario que llamó la curiosidad de los transeúntes y trabajadores de las granjas agrícolas, vecinos del lugar se comunicaron rápidamente con los órganos policiales, acudiendo comisiones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas pertenecientes a la Base de Homicidios de Santa Cruz y funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana.
Seguidamente se procedió a la inspección ocular minuciosa del cadáver y la requisa de su vestimenta. Asimismo se colectaron posibles evidencias que serán analizadas en el laboratorio de la institución, según la información facilitada a los periodistas de los distintos medios de comunicación de la región aragüeña.
«EL BOLAS»
Luego de verificarse la identidad del individuo, los investigadores de la policía científica se percataron que el sujeto muerto de dos balazos era conocido con el alias de «El Bolas», identificado como José de los Reyes Padilla Cajares, de 28 años de edad.
Sin embargo, su cadáver fue trasladado seguidamente hasta los Servicios de Medicina y Ciencias Forenses, con sede en Caña de Azúcar para la autopsia de ley y el reconocimiento de la familia, dijo una fuente ligada a las pesquisas.
De acuerdo a las informaciones que se desprenden de la Base de Inteligencia, «El Bolas» fue una de las personas vinculadas directamente en el mundo del crimen organizado que le causó muchos dolores de cabeza a la Policía de Aragua, Cicpc y militares.
FUNGIÓ COMO LÍDER NEGATIVO
Padilla Cajares, en su corta vida, fungió como líder negativo y comandó un presunto grupo de delincuentes que lo bautizó con el remoquete de «El Bolas». Su organización delictiva tenía como centro de operaciones los cerros de Magdaleno del municipio Zamora.
Incursionó en varios delitos. Se indicó de manera extraoficial que a la agrupación se le adjudica más de cien crímenes, e igualmente vinculado en los delitos de secuestro, cobro de vacunas, extorsión a los comerciantes, productores agrícolas y ganaderos de Guacamaya y sectores circunvecinos como Belén del estado Carabobo.
Figuraba como autor material e intelectual de muchos crímenes de funcionarios de la PA, así como responsable de los ataques con disparos de FAL y pistolas automáticas en varias ocasiones contra la comisaría de Magdaleno y la prefectura de la parroquia.
Se informó también que «El Bolas» incursionó en la piratería de carretera, asaltando camiones cargados de pollos y huevos que provenían de las granjas, de reses, era muy temido en la población.
EMBOSCÓ A LOS MILITARES
Asimismo fue señalado directamente como el presunto responsable de la matanza de militares y policías en la vía que conduce a la población de Guacamaya, hecho registrado en horas de la madrugada.
Una de las víctimas de ese vil asesinato múltiple se trató del general de Brigada y director de la Escuela de Formación de Tropas Profesionales, Jackson Silva Zapata y tres oficiales más.
También cayeron muertos los oficiales de la PA, identificados como Oswaldo Alexander Oviedo y Manuel Alexander Baiza Bastidas. De igual forma resultaron heridos dos uniformados.
Durante el ataque, los sospechosos robaron los armamentos de los integrantes del componente militar y policial. El móvil se orientó hacia un acto de venganza, se dijo de manera extraoficial.
Según fuentes vinculadas a la investigación, al menos cuatro de los 30 maleantes que incursionaron en esa matanza, cayeron abatidos tras enfrentarse a comisiones del Cicpc.
Se comentó igualmente que en el crimen participaron además de la banda de «El Bolas», un grupo hamponil que incursiona en Guayabal, en San Francisco de Asís del municipio Zamora.
POR AJUSTE DE CUENTAS
Transcendió asimismo que José de los Reyes Padilla, según suposición, habría sido ejecutado en ese sitio de «La Romana», debido a la traza de los disparos, los cuales hicieron blanco en la cabeza y pecho. Su muerte se produjo en el acto.
Se especula igualmente que «los enemigos» del presunto delincuente lo asesinaron en horas de la madrugada de ayer, pero no se precisó la hora, y el móvil se orienta hacia un posible ajuste de cuentas por el control de la zona.
Al parecer, «El Bolas» venía ampliando su zona de operaciones e incursiones en el municipio, y se estima que los autores materiales pertenecen a un grupo de hampones que opera en la comunidad de Guayabal. Uno de ellos tomaría el mando de «El Bolas».
ALLANAMIENTOS EN MAGDALENO
Luego de conocerse la novedad ocurrida a Padilla, comisiones de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), grupo élite de la Policía Nacional Bolivariana y del Cicpc, se trasladaron a la población artesanal de Magdaleno, en donde efectuaron varios allanamientos tras la captura de los lugartenientes del extinto líder negativo de esa región.
No obstante, no hubo información a los periodistas sobre el operativo policial montado en varias comunidades. También se comentó que los funcionarios tienen información valiosa de las posibles incursiones venidas de «El Bolas» y quienes eran sus manos derechas.
El organigrama hamponil está al descubierto, y en resumen de cuentas, de la banda se tiene información de quienes la conforman. En las próximas horas desplegarán otras visitas domiciliarias.
Por otro lado, se indicó que el entierro de José de los Reyes Padilla sería custodiado o sino se realizaría un entierro controlado, esto para evitar alternaciones del orden público.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo