Si no puedes evitar contarle a tu perro historias sobre un colega molesto o hablar sobre tu elección de comida para cenar con tu gato, puedes respirar tranquilo.
Eso no es un signo de locura como las otras cosas que haces de las que tus padres realmente podrían sospechar: la ciencia afirma que hablar con nuestros amigos peludos es, en realidad, una señal de otras cualidades muy valiosas.
Las mascotas son nuestros mejores amigos. Siempre están cerca de nosotros, brindándonos el apoyo y la ayuda necesarios, por eso no es de extrañar que a veces nos invada la necesidad de compartir nuestros sentimientos y pensamientos con ellos. Pero hay una explicación respaldada por la ciencia que explica por qué necesitamos conversar con los animales, a pesar de que creamos que no pueden entendernos.
Varios investigadores llaman antropomorfismo a este fenómeno. Por suerte, han confirmado que no hay necesidad de consultar a un médico si lo padeces. La tendencia a atribuir emociones y características humanas a los objetos no humanos se basa en la inteligencia y la creatividad, en lugar de la locura. “En realidad, es una tendencia natural que hace que los humanos sean especialmente inteligentes en este planeta”, afirma Nicholas Epley, uno de los científicos detrás de este estudio.
Si nos sumergimos más profundamente en el tema podremos entender que esta historia realmente comienza en la infancia. Los niños son capaces de crear amigos de la nada. Por lo que probablemente todos recuerden haber llevado a sus osos de peluche, conejitos y autos a la cama con ustedes para que nadie se sintiera ofendido o abandonado. Los padres generalmente adoran estos signos de lealtad, amistad y comunicación en los hijos.
Pero todo cambia cuando crecemos. Se dice que este rasgo se debe dejar atrás y que es algo que debemos superar. Si viéramos a adultos hablando con sus teléfonos o computadoras, podríamos llegar a pensar que esa persona es inmadura, y hasta que está un poco loca.
Sin embargo, no hay diferencia entre hablar con objetos inanimados y hablar con nuestras mascotas. Por ejemplo, Epley analizó una encuesta bastante interesante realizada por el programa de radio “Car Talk”, en donde se observó que una gran cantidad de personas les hablan a sus autos, e informaban que dichos objetos parecían tener una mente, creencias, deseos e incluso su propia personalidad.
Ahora puedes estar tranquilo al saber que no hay ninguna razón para preocuparte. El hábito de contarle a tu mascota qué tal estuvo tu día es, en realidad, algo natural y normal, y solo significa que tu cerebro está funcionando correctamente. Así que, la próxima vez que estés caminando con tus peludos amigos puedes ignorar las miradas sorprendidas de las personas que pasan y te escuchan hablar con ellos. ¡Solo estarán celosos de tu inteligencia y de tu enorme capacidad cerebral!.
