De La Esperanza, no queda ni el nombre

Los vecinos del sector La Esperanza, ubicado en la Carretera Panamericana sentido San Mateo, denunciaron ante el Rotativo de Los Valles de Aragua su inconformidad ante los deplorables servicios públicos con los que deben convivir día con día. Manifiestan que con el pasar del tiempo al contrario de mejorar su forma de vida, ha ido decayendo causando su malestar y molestia.

Las calles no han recibido, ni un manto de asfaltado desde su fundación

Y es que según informaron los afectados la falta de alumbrado público, vialidad deteriorada, ausencia de jornadas de recolección de basura y hasta fallas en la distribución de agua por tuberías y beneficio Clap, son algunas de las dificultades con las que deben lidiar en sus grupos familiares.

“Convivimos de la mano con desidia, no hay agua, el asfaltado es nulo y si es de noche el escenario empeora, porque si caminamos estamos propensos a caernos por la oscuridad, eso sin tener en cuenta que cuando llueve podemos nadar en los pozos de agua y pantano. Realmente no sabemos qué hacer, estamos de manos atadas, porque no trabajando juntos por autogestión es imposible, porque no contamos con las posibilidades”, señaló José Martínez.

En este sentido, a través de un recorrido por populosa zona que tiene por lo menos 20 años de fundación se conoció que el obtener el vital líquido también se ha convertido en otro dolor de cabeza, ya que a cualquier hora deben ir hasta las tomas de agua cercanas y de esa manera llenar los botellones de agua y demás recipientes que los ayuden a realizar su aseo personal y los quehaceres de la casa.

Las marañas de cables son el factor denominador en la barriada

“Ni una gota de agua nos llega a los chorros casi que desde que fundamos La Esperanza, por ende debemos ingeniárnoslas y caminar para poder llevar un poquito de agua para nuestras casas, donde la mayoría tenemos niños pequeños y ancianos que tanto la necesitan. El riesgo que vivimos en inminente, ya que no sólo debemos caminar a altas horas de la noche y la madrugada, sino también que no sabemos la procedencia y el tratamiento que tiene el liquido. Por más de manantial que sea, ahorita nada funciona como debería”, dijo Rosa Pestana.

Por otro lado, enfatizaron que otros de los inconvenientes que los aquejan es la ausencia del beneficio de las bolsas Clap, el cual no les llega con la regularidad que necesitan. “Aquí hacen lo que les da la gana, agarran la comida la comercializan como mejor les parece y luego cuando les pega el sol, no las traen, es una completa falta de respeto, jugar con la necesidad de los ciudadanos”, aseveró Diomedes Marcano.

Entre tanto, hicieron un llamado a los entes competentes, para que se aboquen al mejoramiento de los servicios públicos en la zona a la brevedad de lo posible y así brinden las comodidades que tanto necesitan.

 

DANIEL MELLADO | elsiglo – La Victoria