Los vecinos de las distintas comunidades se ponen creativos para iluminar sus casas y calles durante las horas estipuladas en cuanto al suministro de energía anunciado por el Ejecutivo nacional por el lapso de un mes.
En vista de los altos costos de las linternas, velas y baterías, los habitantes de Maracay han optado por crear mecheros, con gasoil, aceite, u otros elementos que puedan servir para alumbrar las 3 o 4 horas según el racionamiento que le corresponda.
Los habitantes del populoso barrio maracayero 23 de Enero de Maracay municipio Girardot pasan su “oscurana” en la calle mientas se restituye la energía eléctrica.
La señora Marina Torres nos cuenta: “ponemos mecheros con gasoil, un trapo dentro de un frasco, con eso nos iluminamos en las calles mientras llega la luz”.
“Pero eso no es todo – agregó – tenemos que salir arropados de pie a cabeza, no por el frío, es por los zancudos que se alborotan”.
Del mismo modo opinó Carmen Garcia: “esos mecheros se prenden y duran bastante, el problema es el humero que a veces sueltan, pero no hay de otra, tenemos que hacerlo porque plata para velas no hay, eso está muy caro”.
En este sentido, José Peña sentenció: “esto es para loco, ahora retrocedimos 40 años o más, para poder tener luz tenemos que improvisar mecheros con aceite, o cualquier combustible que nos pueda servir. Ni velas ni linternas, eso no está al alcance del bolsillo. Tenemos que salir de esto de alguna manera, ya basta”.
Hay comunidades que se sirven de estos hoy populares mecheros para mantener las calles iluminadas con el fin de que los carros y transeúntes se guíen y no ocurran incidentes que lamentar.
Cabe destacar que el venezolano siempre busca la manera de emparejar las adversidades para poder salir y soportar los eventos que se le van presentando como el racionamiento de luz.
Bajo esta circunstancia la gente busca la manera de solventar la situación con lámparas improvisadas, o cualquier otro elemento o producto que sirva para ponerle luz a las noches de racionamiento.
JOSÉ CARPIO G | elsiglo
foto | FAUSTINO PÉREZ
