¿Cómo saber si eres un «Viejoven»?

Ser joven ya no depende de la edad. La sociedad ha ido evolucionando: no es igual los cuarenta de ahora que los de hace medio siglo. La juventud o jovialidad tiene más que ver con un modo de vida interno, no con un cuerpo.

En la última década se ha puesto de moda el término ‘viejoven’, empleado para referirse a aquellas personas que son jóvenes en años pero cuya alma tiene al menos una década más.

SIEMPRE TE DIJERON QUE  PARECIAS MAYOR

Desde pequeño te decian que parecias mas grande que los demas niños de tu clase por tu manera de ser. Te fijabas en detalles que a la mayoría le pasaban desapercibidos y cuestionabas todas las órdenes que recibías. También hacías preguntas bastante impropias de un chiquito y comentabas las noticias que veías en la televisión con un aire demasiado maduro.

NO TE GUSTABA SER UN NIÑO, SIEMPRE QUISISTE SER UN ADULTO

Recuerdas la infancia como una etapa agridulce de tu vida. Y la adolescencia tampoco fue mucho mejor. Sentías que estabas en el momento y en el lugar equivocados, y que no tenías a nadie con quien compartir tus inquietudes.Los juegos te parecían aburridos y tampoco les veías mucho sentido. Te gustaba aprender y descubrir cosas. Tus inquietudes se quedaban muy lejos de los juegos de pelota o de los deportes.

COMES, EN VEZ DE HACER EL AMOR

Si tienes que elegir entre una buena comida o practicar sexo, te quedas sin duda con lo primero. De hecho, sueles pensar que las relaciones sexuales están sobrevaloradas, y que no hay nada como una jornada tranquila con buena comida y bebida. Y lo del coito, pues sí, ya llegará para el postre, o no, pero qué más da.

TE QUEJAS DEMASIADO

Te molesta casi todo, y lo expresas, aunque sea contigo mismo. Que si vaya mierda de cafetera, que si el agua sale muy fría al principio en la ducha, que si qué frío hace, que si qué cansado estoy hoy… Tu día es un vaivén de quejas. Algunas tienen sentido y otras ya salen por puro vicio.

La vida en general no te despierta demasiado entusiasmo, y hay pocos días en los que sueles decir que estás supercontento por algo, ya que siempre surge otra razón para volver a ese hastío vital que tanto te pertenece.

APROVECHAS LOS DOMINGOS

Una vez que has pronunciado el «me gusta madrugar los domingos para aprovechar el día», ya no hay vuelta atrás. Relacionado con el punto anterior, cuanto menos trasnoches los sábados, mucho mejor. Te gusta hacer planes, que van desde dar un paseo a ir a tomar el vermut. También te encanta la típica siesta de después de comer.

ERES EMPÁTICO

Es fácil empatizar contigo, la verdad. No te cuesta nada ponerte en la piel del otro y entender su situación. Das consejos de persona mayor (muy mayor, a veces), pero suelen ser acertados. Ojo, eso no quiere decir que estés de acuerdo con lo que te está contando el de delante. A veces la gente te acusa de ser cambiante, de no tener una opinión sólida, pero en el fondo sabes ver la perspectiva de cada asunto mucho más en profundidad que el resto.