Tras un segundo apagón registrado a principios de la semana en Venezuela y pese al llamado de suspensión de actividades del Ejecutivo nacional, muchos de los comerciantes ribenses con el primer rayo de energía eléctrica, salieron a laborar, pero a media máquina, pues la mayoría de los establecimientos cobraban la mercancía en efectivo, ante las fallas que presentaban los puntos de venta.
A través de un recorrido realizado por la capital de Ribas, se pudo evidenciar como desde bien temprano, los ciudadanos salieron a laborar y sobre todo con la esperanza viva, de poder comprar algunos productos de la canasta básica, eso sí, sin dejar a un lado el temor de que nuevamente se registrara un bajón que suspendiera el servicio eléctrico.
De esta manera, los comercios subieron sus santamarías y algunos con largas filas de personas tratando de cancelar con sus tarjetas de débito y crédito, las cuales no pasaban por problemas en las redes. Y es que según vendedores no estaban acatando la medida tomada por el Gobierno nacional, puesto que de nuevo los días sin luz, le trajeron grandes pérdidas y debían laborar para sobrellevar un poco el panorama.
“Esta vez el apagón no duró tantos días, pero igualmente las pérdidas no se hicieron esperar, dejamos de trabajar prácticamente por 48 horas, ya que no podíamos encender los equipos por temor a los bajones de luz, que los podían dañar. Entonces, ahora que al parecer llegó bien abrimos nuestras puertas a medio vender, porque los puntos están caídos. Pero bueno, esperemos que poco a poco todo se normalice”, comentó Viviana Da Silva.
Por otra parte, los bancos de la entidad laboraron conforme a lo establecido por las autoridades bancarias, con horarios de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde, lo que hizo que las oficinas lucieran a tope de usuarios, en busca de realizar distintas gestiones financieras que no pudieron realizar el martes y el miércoles.
Ahora bien, los cajeros automáticos siguieron siendo un imán para llamar personas, pues los mismos permanecieron hasta pasadas las horas de la tarde, colmados de usuarios, quienes trataban de sacar la mayor cantidad de efectivo que les permitían sus oficinas bancarias.
“Llegó la luz y salí corriendo a marcar la cola en el cajero y a tomar un número en la oficina. Uno debe hacer tiempo y tratar de hacer lo mayor posible, porque no sabemos cuándo se va la luz y hay que tener todo resuelto, por lo menos el efectivo que es lo que más se mueve en estos casos”, dijo Josefina Rivero.
Vale destacar, que varias industrias de los dos parques empresariales de Ribas no recibieron a las personas que laboran en ellas, para de esa forma respetar la medida dada por las autoridades nacionales. Asimismo, las fallas con el sistema de telefonía e Internet de Cantv se mantuvieron hasta la edición de esta nota en horas de la tarde.
DANIEL MELLADO | elsiglo
