La propuesta de adelantar las elecciones generales en Nicaragua como forma de superar la crisis que estalló hace un año y que ha dejado cientos de muertos y de detenidos, es la disputa entre el Gobierno de Daniel Ortega y una alianza opositora.
El canciller Denis Moncada, jefe negociador del Gobierno en la mesa de negociación con la que buscan superar la crisis.
Esto lo comentó este jueves al Canal 10 de la televisión local que “definitivamente no” abordarán un anticipo de los comicios presidenciales.
Argumentó que discutir ese tema implicaría “violentar la Constitución vigente en nuestro país, que establece períodos presidenciales claramente definidos”.
Además que, en el hipotético caso de aceptar, sentarían un mal precedente.
“¿Qué va a pasar si nosotros utilizamos como método, como precedente, estar adelantando las elecciones a cada presidente que pueda irse produciendo en el transcurso del tiempo?. “, añade.
Políticos opinan
Asimismo, alegó que en la mesa de negociación “no hay representación de partidos políticos”.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que es su contraparte, “está representando a quienes se vieron involucrado en un intento de golpe de Estado”.
El líder empresarial y miembro del equipo negociador de la oposición, José Adán Aguerri, dijo a periodistas que “el tema de las elecciones anticipadas sí está en la mesa de negociación”.
Además la Alianza Cívica “no representa a un sector golpista, representa a un sector que fue reprimido”.
La propuesta de adelantar las elecciones “es un asunto irrenunciable”, dijo, por su lado, el jurista y exvicecanciller José Pallais, también miembro del equipo negociador de la oposición.
“No puede haber garantía de estabilidad, de confianza, ni de que vuelva la inversión, sino se llega a un acuerdo en esa materia”, agregó.
Los delegados de la Alianza Cívica reconocen que adelantar las elecciones requeriría reformar la Constitución, pero que justo están en una mesa de negociación.
Según la Constitución, los comicios generales deben celebrarse cada cinco años y están fijadas para noviembre de 2021.
Para la presidenta Kitty Monterrey, “cuando las presiones internacionales y nacionales aumenten, la mesa del diálogo va a lograr que se den esas elecciones anticipadas”.
Además, el Consejo Permanente de la OEA ha comenzado a aplicar la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua.
Esto podría culminar con su suspensión del organismo continental.
Diversos sectores nicaragüenses, entre ellos la Conferencia Episcopal, así como la Organización de los Estados Americanos se han pronunciado a favor de anticipar las elecciones.
Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Aunque algunos grupos elevan a 561 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado. EFE
