Funcionarios de la División de Homicidios del estado Aragua, bajo la tutela de los mejores investigadores en su especialidad, resolvieron en tiempo récord un crimen cometido contra un septuagenario, hecho ocurrido entre la noche del martes y la madrugada del miércoles en la población de San Francisco de Asís del municipio Ezequiel Zamora.
De acuerdo a las informaciones obtenidas a través de allegados a la víctima, ésta respondía al nombre de Oswaldo José Silva Vargas, pensionado del Seguro Social y padre de un hijo, quien residía en la avenida Bolívar, casa número 109, en pleno centro de la población de San Francisco de Asís del municipio Zamora.
Según los datos revelados a los periodistas, el familiar de consaguinidad directa, tratando de armar una jugarreta perfecta y quedar bien parado con su «cara bien limpia» ante la opinión pública, planificó el crimen de su progenitor aparentemente para quedarse con la herencia y luego se trasladó a la Base de Homicidios de Villa de Cura echando un cuento fuera del contexto legal.
Ante los investigadores, el hombre con su rostro humedecido por sus lágrimas y mostrando un aspecto de tristeza y melancólico como si fuese un actor de película, señaló a los sabuesos del Cicpc que su padre se había suicidado debido a una supuesta depresión ante los problemas que agobian al país.
Su explicación se basaba en un escrito que el anciano habría dejado cerca del entorno del suceso, y el cadáver lo descubrió, después de varias horas de búsqueda, en un tanque de agua en su residencia, en la avenida Bolívar.
En aras de iniciar una investigación y dar con el paradero de los presuntos homicidas, las comisiones de la Policía Científica se trasladaron al lugar y en efecto visualizaron un cadáver en un tanque.
Sin embargo, como no hay crimen perfecto, los sabuesos descubrieron «algo raro» en la escena del supuesto suicidio y en las primeras de cambio para no alertar a posibles sospechosos, «se cometieron el cuento echado por el familiar».
Con mística y profesionalismo, los investigadores extrajeron el cuerpo del viejito del abismo e inmediatamente visualizaron que las heridas causadas aparentemente con un objeto puntiagudo, apuntaban que no se trataba de un suicidio sino de un homicidio, en donde estarían implicados 2 ó 3 individuos.
Con la anuencia del fiscal 14º del Ministerio Público, los especialistas sometieron a una prueba grafotécnica al denunciante y su escrito correspondía a la plasmada en el documento dejado por el abuelo.
Ante ese hecho, los funcionarios practicaron la aprehensión del presunto indiciado, de quien no se pudo obtener su identidad y al parecer será presentado en el transcurso de las próximas horas ante un tribunal del Circuito Judicial para la imposición de sanciones contempladas en la legislación nacional.
Durante las pesquisas, los especialistas ubicaron el cuchillo que será sometido a las experticias técnicas y otros estudios que considere pertinente solicitar el representante del Ministerio Público.
Se investiga además si hay otras personas implicadas en el homicidio del septuagenario.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo