La Iglesia ha tratado de ocultar la noticia pero una limpiadora del convento ha destapado todo “no quería contar nada, pero se lo conté a mi marido y ya se ha enterado todo el barrio, bueno, y toda España creo, pido perdón a Dios por ello, pero bueno, al fin y al cabo ha sido un error y las pobres pasan mucha necesidad”.
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Al parecer esta semana habían comprado la fruta y la verdura en un proveedor nuevo y tuvieron un grave problema.
Las setas que cocinaron con la carne en salsa eran alucinógenas. “La verdad que tenían una forma rara, pero las cociné como siempre, aunque no podía imaginarme lo que pasaría después”.
Según parece las hermanas comenzaron a encontrarse raro, “nos relajamos mucho e incluso veíamos cosas raras, y no me preguntes como pero de repente estábamos sobre las mesas con los hábitos subidos y dándonos placer pecaminosamente, qué vergüenza Señor”. La situación ha sido achacada a los estupefacientes y por lo tanto la Iglesia no ha tomado medidas.
