La tasa de inflación anual de Venezuela batirá un récord mundial, al cerrar el año 2018 con un encarecimiento que superará el millón por ciento.
Estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) vislumbra que a finales de este año la inflación alcanzará 1.370.000%. Fenómeno que no se percibe ni siquiera en los países en guerra.
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Se estima mediante informes del organismo financiero que “los precios al consumidor aumentarán 10.000.000% en 2019”.
Al mismo tiempo el régimen chavista insiste en inventar monedas como petros y morlacos. Mientras tanto, el ente financiero internacional mantuvo su pronóstico económico para Venezuela si el gobierno no cambia. La crisis se observa por todos lados, aunque voceros del régimen insisten en responsabilizar a otros de la ruina.
Por otro lado el FMI advirtió que “años de políticas equivocadas sumadas a un declive en la producción del petróleo han hundido la economía. Sin embargo, incluso con la caída de reservas de divisas y la creciente escasez de alimentos y medicamentos, la administración de Maduro se resistió a levantar los controles de precios.
Nicolás Maduro aumentó el salario mínimo 24 veces desde que asumió el cargo en 2013. Cada vez que aumenta el salario se disparan los productos y la población paga los platos rotos. La inflación afecta a todos los venezolanos.
Valoraciones recientes indican que el próximo mes de enero numerosas empresas cerrarán sus puertas. Los empleadores no pueden mantener los puestos de trabajo mientras los chavistas de mantienen a sus familiares en el exterior.
Según la ONU más de dos millones de venezolanos han huido de la hambruna en un éxodo masivo. Países de la región sufren el fuerte impacto de las migraciones masivas de venezolanos. Sin embargo, los chavistas insisten en que en Venezuela se vive mejor.
