Seguidores de Boca y River hacen de Madrid una fiesta sin incidentes

Con petardos, cánticos y banderas, miles de hinchas de River Plate y de Boca Juniors mostraron sus colores este domingo en apoyo a sus equipos para la final de la Copa Libertadores, convirtiendo a Madrid en una fiesta, sin incidentes que lamentar.

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Rojo y blanco o azul y dorado: los colores de los equipos argentinos que se disputan la corona sudamericana inundaron los alrededores del estadio Santiago Bernabéu, donde tiene lugar el encuentro luego de que se suspendiera en Buenos Aires por violencia.

Originarios de Argentina o de todos los rincones de España, los hinchas de cada oncena tuvieron su “Fan zone” separada y entraron al estadio por lugares diferentes de la Avenida de La Castellana, bajo la estrecha vigilancia de los cuerpos de seguridad, que desplegaron miles de agentes, carros blindados, policías a caballo y helicópteros, para evitar altercados.

“Esta es una emoción increíble, no se puede describir con palabras”, dijo a la AFP Nacho Bonnassiolle, un porteño de 40 años que llegó con tres amigos desde las Islas Canarias, donde vive desde el 2004 y trabaja como camarero.

Con camiseta y sombrero del Boca, Zahira Flores, de 27 años, dice que no se lo pensó dos veces y aunque el pasaje le costó casi 2.000 euros se vino desde la localidad de Esquel, en la Patagonia, para apoyar a su equipo en Madrid, donde llegó el jueves.

“Es triste que el partido se celebre en Madrid, porque era algo nuestro, y con la crisis en Argentina, era muy caro venir”, se lamenta Flores, mientras resuenan los petardos en la “Fan zone” del Boca. De todas maneras, dice que por haberse celebrado en Europa el encuentro “es otra cosa” que se vive “con mucha pasión”.

Más de dos kilómetros al norte, en Plaza de Castilla, los hinchas “millonarios” brincaron y cantaron, mientras encendieron bengalas rojas.

“Es una mezcla de sensaciones, porque es una vergüenza que no se haya podido celebrar en el Monumental, pero es lindo venir a Europa”, dijo Delfina Folatti, una diseñadora gráfica de 26 años venida desde Buenos Aires para el encuentro.

Con una camiseta de su equipo y un sombrero en forma de gallina, apodo de los seguidores de River, Folatti recuerda que ya estaba sentada en el estadio Monumental cuando se suspendió el partido a finales de noviembre. Sintió que debía venir a Madrid a apoyar a su equipo a lograr su cuarta Copa Libertadores.

“Esto es muy lindo, pero nada como verlo en casa, esta es una muestra pequeña de la emoción que se siente en cada partido de River”, señaló entre los vítores de sus compañeros.

Completamente vestido con colores rojo y blanco y con los pantalones arremangados para dejar ver dos tatuajes en honor de River, Cristian Badoza admitió sentir “muchos nervios” por el partido, justo antes de pasar los estrictos controles para entrar al Santiago Bernabéu.

“Mucha gente no pudo venir, así que siento que represento a muchos que se quedaron”, señaló Badoza, hincha de 37 años que vino desde Mar del Plata donde tiene un comercio.

Dentro del estadio, poco antes de empezar el encuentro, tenía lugar una verdadera batalla de cánticos entre los seguidores de los dos equipos, quienes saltaban y agitaban sus bufandas y banderas, acallando casi por completo la música latina que sonaba por los altavoces.

Ya en días anteriores los seguidores de los históricos rivales argentinos habían mostrado su apoyo a sus equipos, como el sábado, con sendos banderazos en Madrid: los “millonarios” en la céntrica Puerta del Sol y los “xeneizes” enfrente del hotel de concentración de Boca, en el norte de la ciudad.

Cada equipo tiene designada una zona diferente para celebrar en caso de victoria.

Las autoridades españolas, que no han registrado incidentes hasta ahora, dispusieron más de 4.000 policías y agentes privados para garantizar la seguridad este domingo.

GLOBOVISIÓN