Continúa la movilización en Francia contra el alza de combustible

Las manifestaciones en Francia, menos multitudinarias que la víspera, continuaron este domingo en numerosas arterias del país, repitiendo por segundo día consecutivo el rechazo a un alza de impuestos a los combustibles y a la política del gobierno.
Se registraron en varias regiones de Francia cortes de rutas y autopistas, constató AFP.
En unos 150 puntos, los manifestantes pidieron reconducir la protesta, según el ministerio de Interior.

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El primer ministro, Edouard Philippe, dijo que en la noche pudo haber escuchado el “enojo” y el “sufrimiento” pero aseguró que su gobierno mantendrá “el rumbo”. El presidente Emmanuel Macron no se pronunció aún sobre las manifestaciones del sábado y el domingo.

Los “chalecos amarillos” –en referencia a las prendas fosforescentes que debe utilizar todo automovilista en caso de incidente en una carretera para tener una mayor visibilidad– protestan contra el alza del precio de los combustibles decidida por el gobierno que instauró nuevas tasas con fines ecológicos, pero también contra la política “injusta” del gobierno, que limitaría, según ellos, el poder adquisitivo.

– ‘Que el Estado se ponga en nuestro lugar’ –

El sábado, unas 290.000 personas se manifestaron en 2.034 lugares contra los impuestos a los combustibles y la caída del poder adquisitivo, bloqueando carreteras, rotondas, hipermercados y levantando las barreras de los peajes.
Según estimaciones de la policía, el domingo fueron unos 46.000 los manifestantes en todo el país.

En el segundo día de manifestaciones una persona resultó gravemente herida el domingo, en Saint-Quentin (norte) cuando un automovilista forzó uno de las zonas cortadas por los llamados “chalecos amarillos”, indicaron diferentes fuentes. La vida de la víctima no corre peligro. La víspera, una manifestante murió atropellada por una automovilista.

Por la tarde, las fuerzas de seguridad dispersaron con gases lacrimógenos a unos mil manifestantes que cortaban una arteria al sur de Caen (Normandía, oeste).
Además de algunas autopistas, los manifestantes bloquearon los accesos a zonas comerciales. El grupo de distribución Auchan dio cuenta de unos 20 hipermercados afectados.

“Constatamos que el movimiento pierde fuerza (…). Pero son los más motivados, los más duros los que siguen movilizados”, explicó un portavoz de Auchan que evocó “reyertas violentas” cerca de los centros comerciales.

“Somos muchos jóvenes porque ya no tenemos solución. Trabajamos como locos y llega un momento en que hay que decir basta. Ya no vivimos, sobrevivimos”, denunció Emilie, agente comercial de 27 años.

“Queremos que el Estado pague para que entienda, que se ponga en nuestro lugar, que intente comprender que estamos mal”, dijo Damien, chófer de 22 años.
En el este, en una autopista que une Lyon y París, los manifestantes cortaron carriles lo que provocó embotellamientos de varios kilómetros.
En los Pirineos orientales (suroeste) los manifestantes continuaban sus operaciones en una autopista en el último peaje antes de España.

En el parque de atracciones Eurodisney, cerca de París, los “chalecos amarillos” lanzaron una operación de estacionamiento gratuito. “Queremos seguir las protestas mañana. Somos varios los que pedimos una semana de vacaciones para continuar”, dijo a la AFP Arnaud, un funcionario de 47 años.

Las protestas del sábado continuaron por la noche, que estuvo “revuelta en ciertos lugares”, con alrededor de 3.500 personas movilizadas “en 87 lugares diferentes”, había informado por la mañana el ministro de Interior francés, Christophe Castaner.
El sábado los denominados “chalecos amarillos” lograron concentrarse cerca del Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa, donde las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos.

Aunque no lograron paralizar Francia, todo el país se vio afectado por sus acciones, organizadas al margen de partidos políticos y de sindicatos.

AFP